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"Desde el ICAMI"

"Cierre de año"

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    Sin lugar a dudas en estas fiestas decembrinas, asistimos a convivir con nuestros compañeros de trabajo, amigos, vecinos y familiares. Por supuesto al brindis 2017 estaría lleno de buenos deseos y el ya tradicional discurso de lograr que la organización a la que pertenecemos logre mejores resultados que el presente año y anteriores. Claro está que la histeria de la falta de presupuesto en otras empresas se reflejará en nuestro desempeño.
    Ahora bien; viene año electoral en nuestro país y las empresas son conservadoras en la toma de decisiones, la nueva reforma hacendaria de nuestro vecino país y su controversial presidente influyen en el tipo de cambio peso- dólar. 2017 es un año que se caracterizó no solo por factores políticos y económicos de nuestro país; sino además por desastres naturales donde la economía de algunos estados se complicó de manera elocuente y los recursos de Fonden no llegan a mitigar las necesidades de la población.
    Los medios de comunicación no se caracterizan por su optimismo, es aquí la fuente de información sobre los comentarios de quienes nos rodean se anteponen a una situación difícil en nuestra vida ordinaria. Mi pregunta es: ¿Cuándo ha sido fácil? Definitivamente habrá que pensar la manera de auto – motivarnos y por ende contagiar a nuestros colaboradores. Suena sencillo y me atrevo a afirmar que es la manera más sensata de iniciar el año. “Un optimista ve oportunidades en toda calamidad. Un pesimista, ve calamidades en toda oportunidad”. Sir Winston Churchill.
    Motivar significa “mover” y los directivos deben hacer uso del motor que impulsa a cada individuo a lograr no solo las metas de la organización; para tener plena satisfacción hay que lograr las propias metas personales. Me refiero al balance familia – trabajo.  El éxito de nuestro personal depende en gran medida de la dirección empresarial y el estilo de mando que se ejerce. Las empresas no solo necesitan conquistar sus metas, necesitan además avanzar y trascender a través del tiempo.
    Todos tenemos un motivo para trabajar; siempre existirá un objetivo que nos motive a tener una ilusión. Los directivos debemos asumir la responsabilidad de las personas que dirigimos y encontrar en cada individuo su motivación. Indudablemente la motivación es personalizada es decir distinta para cada quien en cada escenario de su vida.
    Para iniciar realmente un buen año es imprescindible contar con líderes de trabajo comprometidos en su totalidad. No es suficiente tomar decisiones para subsistir en el corto plazo. Los bonos de productividad, comisiones, premios y demás no son suficientes para hacer lograr el crecimiento de una organización. Para lograr un posicionamiento de mercado, habrá que llevar estos incentivos a formar parte de una estrategia comercial que fortalezca la estructura organizacional.
     

    Profesor en ICAMI en el Área de Comercialización

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