@isaacarangureconacentoenlae
    Aunque el título del ensayo (La muerte feliz) podría parecer contradictorio, la premisa principal de Camus es que la aceptación y la confrontación directa con la realidad de la muerte nos permite encontrar un sentido auténtico en la vida.

    “A esta hora de la noche, su vida le parecía algo tan remoto. Se sentía tan solo e indiferente hacia todo y hacia él mismo, que Mersault sintió que al fin había alcanzado aquello que tanto quería: que la paz que ahora lo llenaba naciera del paciente abandono propio que había seguido y logrado sin la ayuda de este cálido mundo tan presto a negárselo sin ira”.

    Gravemente enfermo, Mersault tuvo una muerte feliz.

    Albert Camus, La Muerte Feliz.

    La muerte feliz es un ensayo escrito por Albert Camus, en formato de novela corta, en el cual reflexiona sobre la idea de la muerte y plantea su filosofía del absurdo. Aunque el título del ensayo podría parecer contradictorio, la premisa principal de Camus es que la aceptación y la confrontación directa con la realidad de la muerte nos permite encontrar un sentido auténtico en la vida.

    Camus desarrolla durante esta novela tres principales premisas.

    1. El absurdo de la existencia. Según Camus, la vida en sí misma carece de un significado o propósito absoluto. El universo es indiferente y absurdo, y la muerte es una parte inevitable de esta existencia absurda.

    2. La confrontación con la muerte. En lugar de evadir o huir de la realidad, argumenta que debemos enfrentarla y aceptarla como una parte integral de la vida. Solo al reconocer nuestra mortalidad podemos vivir auténticamente y encontrar significado en nuestras acciones y elecciones.

    3. La rebeldía frente al absurdo. A pesar del absurdo de la vida y la inevitabilidad de la muerte, sostiene que podemos rebelarnos contra esta realidad absurda y encontrar momentos de felicidad y satisfacción en la lucha por la vida y la búsqueda de nuestros propios valores y propósito.

    Justo con esto, Camus plantea la idea de que la aceptación de la realidad de la muerte nos libera de las ilusiones y nos permite vivir plenamente en el presente, encontrando nuestro propio sentido de la felicidad y la realización.

    La muerte tiene mucha literatura y es curioso ver cuánto hemos escrito y cómo a pesar de ello nos sigue sorprendiendo. El día domingo (29 de octubre) una buena parte del mundo conectado a internet o a la televisión, se estremeció con la noticia de la muerte del actor Matthew Perry, mundialmente famoso por su papel de Chandler en la serie Friends. Con apenas 54 años y una historia reciente de recuperación, la noticia tomó por sorpresa al mundo del espectáculo y personajes cercanos, colaboradores y fanáticos se expresaron por el dolor que sentían.

    Yo no soy un fanático intenso de la serie pero me casé con una y gracias a ella conocí a otras y otros de los muchos que existen, la muerte de Chandler fue, cuando menos, como la muerte de un buen conocido y cómo no habría de serlo si está al aire de alguna u otra forma desde su primer episodio el 22 de septiembre de 1994 y concluyó en su última temporada en 2004. Desde entonces y a la fecha, se ha repetido una y otra vez infinidad de veces, en todos los rincones posibles, gracias al internet y posteriormente al streaming, haciendo que Matthew Perry y sus colegas no envejecieran y no salieran del imaginario colectivo, Chandler, Phoebe, Mónica, Joey, Rachel y Ross, llegaron para quedarse.

    Chandler ha hecho reír a millones de personas alrededor del mundo, las ha acompañado en los buenos momentos y en los no tan buenos, con su encanto, conectó con millones de corazones y seguro, marcó cientos de miles de vidas. Matthew por otro lado en una entrevista reciente dijo: “Me gustaría ser recordado como alguien que vivió bien, amó bien, como un buscador y su máximo objetivo es ayudar a las personas, eso es lo que quiero”.

    Matthew vivió como vivió, esa plataforma que le permitió tocar tantos corazón, trastocó el propio, al final no sé si lo supo, pero después de ver las despedidas estoy seguro que lo logró.

    La muerte feliz te encuentra así, con un sentido propio, abrazando el absurdo de la existencia, y explotando en amor para otros, si hay algún sentido de lo eterno en esta brevedad de la vida, es la memoria del otro, y gracias a Chandler, lo recordaremos con cariño mientras esta vida que conocemos exista.

    Gracias por todo, te deseo de todo corazón que hayas tenido tu muerte feliz.

    Es cuánto.

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