¿Por qué revalidar a Félix Rivera en la ASE?
Motivaciones pasistas contra la ratificación

OBSERVATORIO
    En honor a la verdad, la institución que dirige Emma Guadalupe Félix Rivera nunca había rendido tantos resultados concretos como los reportados desde que el Congreso la eligió por unanimidad en marzo de 2017 para asumir el cargo durante siete años. Derivados de su labor hay dos ex presidentes municipales destituidos, Jesús Estrada Ferreiro, de Culiacán, y Luis Guillermo Benítez Torres, de Mazatlán, y vinculaciones a proceso contra directivos de la UAS, el Rector Jesús Madueña y 10 de sus funcionarios suspendidos, todos por desempeño irregular de la función pública.

    Como estrategia política es normal que la bancada del Partido Sinaloense impugne la decisión mayoritaria de la 64 Legislatura local para ratificar a Emma Guadalupe Félix Rivera como titular de la Auditoría Superior del Estado, pero a la luz de los resultados rendidos que sustentaron las acciones judiciales contra servidores públicos involucrados en presuntos actos de corrupción, sin duda quien está al frente del órgano fiscalizador sí merece continuar en el cargo. Aunque la pregunta debería centrarse en qué tipo de ente revisor necesita Sinaloa en la lucha irreversible contra funcionarios predadores de las finanzas públicas.

    Al ser parte la Auditoría Superior del Estado de las acciones para encarrilar a la Universidad Autónoma de Sinaloa en la transparencia y rendición de cuentas, inclusive enderezando denuncias judiciales por actos de obstrucción y abuso de autoridad supuestamente cometidos por quienes dirigen la casa de estudios, que a su vez son militantes del PAS, no podrían esperarse actitudes distintas de los diputados pasistas que muestran oposición al acuerdo de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado que le prolonga a Félix Rivera su permanencia en la ASE.

    Esa alteración de la ética parlamentaria, de aprobar sólo aquello que no afecta los beneficios particulares o grupales de un partido, violenta el principio cardinal de la representación popular donde quien accede mediante el voto a la curul debe asumirse como defensor del interés general, el de la ciudadanía toda, desprendiéndose de la carga ideológica que deriva de las siglas políticas a las cuales pertenece.

    En honor a la verdad, la institución que dirige Emma Guadalupe Félix Rivera nunca había rendido tantos resultados concretos como los reportados desde que el Congreso la eligió por unanimidad en marzo de 2017 para asumir el cargo durante siete años. Derivados de su labor hay dos ex presidentes municipales destituidos, Jesús Estrada Ferreiro, de Culiacán, y Luis Guillermo Benítez Torres, de Mazatlán, y vinculaciones a proceso contra directivos de la UAS, el Rector Jesús Madueña y 10 de sus funcionarios suspendidos, todos por desempeño irregular de la función pública.

    Con corte a 2023 Félix Rivera reportó avances, como el aumento en 148 por ciento en recursos públicos fiscalizados, 77 auditorías específicas en refuerzo de a las programadas para cada ejercicio fiscal, en 2023 se logró el marco normativo general para la Fiscalización Superior del Estado y los manuales para el desarrollo de auditorías forense, financieras y al desempeño, así como la certificación obtenida por la ASE, referente al sistema de gestión de calidad bajo las normas internacionales ISO 9001:2015.

    Basta con voltear un poco hacia atrás y cotejar lo que se hacía entonces con lo que ocurre ahora. Antes la omisión de la Auditoría Mayor permitió el saqueo de las arcas gubernamentales y la fingida labor fiscalizadora abonó a la impunidad con informes elaborados desde las oficinas de los desfalcadores. ¿Alguien recuerda que en el sexenio de Mario López Valdez la ASE cayó en manos de Antonio Vega Gaxiola que a su vez era propietario del despacho Vega Prieto & Asociados que era proveedor del Congreso y del empresario ferretero metido a Gobernador?

    Recordar antes de descalificar a priori. Aparte de logros que para la ciudadanía en general son palpables, por ejemplo el desmantelamiento de negocios hechos con recursos públicos para provecho de personajes o grupos expoliadores del erario, que no desaparezca de la memoria colectiva aquel “accidente” carretero de abril de 2014 en el que perdió la vida Marco Antonio Fox Cruz, quien al desempeñarse como auditor superior de Sinaloa había llevado ante el ente homólogo federal casos de manejo indebido con recursos estatales que sobrepasaban la capacidad revisora de la ASE.

    En síntesis, no se dispone de elementos sólidos para evitar que Félix Rivera siga en la titularidad de la ASE, ni la postura pasista contra la Auditora es nueva o atípica. El PAS, un partido que subsiste en y de la UAS, nunca perdonará que la Auditora haya metido su lupa en las opacas finanzas universitarias, y lo que arguye ahora que la Jucopo plantea ratificarla es lo mismo que expresó en diciembre reciente cuando la titular del ente revisor le presentó su informe al Congreso. “Ha permitido que la ASE sea utilizada para el uso faccioso del poder punitivo que este Gobierno ha trazado contra todos los que no se han doblegado ante él”, dijo la diputada Alba Virgen, del Partido Sinaloense.

    Fundar la negativa a que Félix Rivera permanezca al frente de la ASE en la lógica de “combátase la corrupción sólo en los bueyes del compadre” en nada contribuye a la tenaz lucha cívica por erigir, inclusive desde las ruinas que dejan los funcionarios cleptómanos, las barreras anticorrupción que hagan posible que cada peso ejercido por instituciones públicas sea destinado a lograr mejores condiciones de bienestar para los sinaloenses. Y el empeño por triturar las lupas que funcionan bien no es opción.

    Reverso

    Notará fácil la gente,

    Que en este alegato impropio,

    El que está bajo el microscopio,

    Intenta quebrar la lente.

    El silencio de la CEAIP

    Frente a la nueva embestida del Presidente Andrés Manuel López Obrador contra órganos autónomos, a la recién designada presidenta de la Comisión Estatal de Acceso a la Información Pública, Liliana Margarita Campuzano Vega, le corresponde dar a tiempo, ya, el pronunciamiento respecto a tal intención declarada del Mandatario federal. Aunque es improbable que en Sinaloa hagan eco de esa barbaridad el Gobernador Rubén Rocha Moya y el Congreso del Estado, de cualquier forma resulta pertinente que quien dirige la CEAIP salga a definir la postura institucional con el correspondiente riesgo de salir de su alfombra de confort.

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    sicairos6204@gmail.com

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