Osteonecrosis

MEDICINA DEL DEPORTE

    Amigo lector de Noroeste, cuántas veces ha escuchado o visto que un hueso después de una fractura y corrección no consolida (solda), o posterior a un golpe, esto más en niños que están en desarrollo y crecimiento observa que al tomar la radiografía, no evoluciona en la consolidación, esto hace que el médico tratante empiece a sospechar en alguna complicación de la misma.

    La patología conocida como osteonecrosis es un nombre genérico para describir la muerte de todos los elementos celulares del hueso. Otros sinónimos para la muerte del hueso son necrosis isquémica, necrosis avascular, necrosis aséptica y osteocondritis disecante, pero la más utilizada es osteonecrosis. La osteocondritis disecante tiene de hecho un significado un poco diferente que implica la presencia de un fragmento suelto de hueso muerto en la cavidad articular.

    Etiología, esta puede ocurrir por diversas circunstancias clínicas asociadas a enfermedades por ejemplo, enfermedad de Gaucher, fármacos (corticoesteroides), procesos fisiológicos como el embarazo, procesos patológicos por ejemplo el embolismo, y puede ocurrir en ausencia de factores predisponentes o trastornos aparentes estos son los idiopáticos. Afecta a ambos sexos en todos los grupos de edad. En su mayoría, la osteonecrosis afecta la epífisis de los huesos largos como la cabeza femoral y humeral, pero también afecta otros huesos como carpos, tarsos, puede afectar más de un hueso, secuencial o simultáneamente. Otra de las posibles causas es la isquemia prolongada que puede ser patología intra o extravascular dentro del hueso mismo. Otra causa que se a investigado es la presión intraósea, sea por evento primario (infiltrativo) o secundario (aporte sanguíneo alterado). El aumento de presión en el hueso, el cual es un órgano incapaz de expanderse, produce reducción del aporte de sangre, isquemia y daño celular.

    Patogenia, la fisiopatología se da por la muerte del hueso, esta es el resultado de la disminución del aporte de sangre arterial, un mecanismo fácilmente comprendido que puede reproducirse en animales experimentales. Si el flujo de sangre se interrumpe completamente y no se restablece pronto, inevitablemente sobreviene la muerte del hueso. El resultado final depende del tamaño del área afectada y de la magnitud del proceso de reparación en el cual las células viables del hueso remplazan al hueso no viable. La falla para revitalizar el área afectada conduce al colapso del hueso seguido de cierto grado de incongruencia articular y osteoartritis secundaria.

    Sintomatología, la primera manifestación clínica de la osteonecrosis es el inicio relativamente abrupto de dolor severo. Inicialmente el dolor se despierta con el movimiento únicamente (en la afección de cadera, durante las actividades que soportan peso), pero posteriormente el dolor es durante el reposo. En las etapas tempranas, la disminución del rango de movimiento se relaciona principalmente con el dolor. Algunos pacientes presentan un dolor insoportable al progresar la enfermedad, en tanto que otros pacientes con radiografías similares no lo presentan. Algunos pacientes tienen dolor persistente, pérdida progresiva del rango de movimiento y pérdida significativa de la función. El tiempo a partir del inicio de los síntomas hasta la incapacidad varía de entre meses y años.

    Diagnostico, este se realiza por medio de la clínica y la historia del paciente, en estudios de resonancia magnética se ha demostrado una etapa preclínica comparando la articulación sintomática y la articulación contralateral no sintomática. En radiografías simples, se identifican la enfermedad avanzada, pero no se detectan las etapas tempranas. Las radiografías simples (proyección antero posterior y en posición de rana para detectar enfermedad de la cadera) son útiles, pero será resonancia magnética el instrumento diagnóstico de elección. A la osteonecrosis se le clasifica en cinco estadios de acuerdo al daño en hueso.

    Tratamiento, el manejo va a depender del estadio en el cual se encuentra la enfermedad, en los primeros tres estadios (0, I, II), se trata con medidas conservadoras con descompresión, extrayendo un cilindro de hueso, uso de analgésicos, manteniendo la fuerza muscular y prevención de contracturas, ejercicio a tolerancia. El resto de estadios el tratamiento es acorde a la incapacidad.

    Amigo lector de Noroeste, cuántas veces ha escuchado o visto que un hueso después de una fractura y corrección no consolida (solda), o posterior a un golpe, esto más en niños que están en desarrollo y crecimiento.
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