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Columna

La crisis

EDUCACIÓN EN LA FAMILIA
EDUCACIÓN EN LA FAMILIA

    Las crisis pueden ser buenas o malas, a veces depende de uno mismo que lo sean otras nos caen encima sin más trámite, son situaciones graves y decisivas, la enfermedad hace crisis y te alivias o te mueres, el hecho es que siempre nos rodea alguna y otras veces se juntan varias.

    Y como hay de todo género puede costar entender y salir sobre todo si hay varias juntas, que luego son resultado de otras, y se van añadiendo, el mal de muchos no debe ser nuestro consuelo sino ir a la causa y salir de cada una aprendiendo. Son buenas porque nos ayudan a crecer, nos ayudan a ver nuestros alcances que no conocíamos, y nos ayudan a salir de males.

    Y ya sabemos las particulares son de toda índole: económicas, de fe, de salud, de la edad, de matrimonio, de trabajo, y de lo que se les ocurra todo lo que forma parte de nuestra vida en algún momento estará en crisis.

    Y forma parte de nuestra vida la sociedad en que vivimos, el país al que pertenecemos, y no podemos zafarnos de las crisis que se dan en estos ámbitos, por más que no queramos darnos cuenta, verlas, el hecho es que las padecemos y nos afectan, pero por más que digamos esto no me gusta me voy a otra parte, resulta que no hay otra parte a donde ir porque todo el planeta está en crisis, no hay eso de paren el mundo que me quiero bajar, no se vale, lo que hay que hacer es ayudar a componer a sanar lo que esté a nuestro alcance, porque entre otras cosas alguna culpa tenemos.

    El meme de hoy “Ya no tomo leche ni como carne, ni pescado, ni queso y ahora ya tampoco huevo ni tortillas” –eres vegano? No, es el precio. Hay lugares en la república en que el kilo de huevo cuesta 100 y el de tortilla 30, México padece crisis económica, energética, de salud, de educación, de violencia, de corrupción, de infraestructura de, verdaderos programas sociales, de servicios, y muchos etcéteras, pero no podemos decir ¡pero es que todo el mundo está así! Y si, todo el mundo está así, lo que ocupamos es averiguar porque todo el mundo está así.

    Ninguna de estas crisis existiría si no estuviera también en crisis la moral, los principios y valores, en lugar de ellos está: la ideología de género, el relativismo, el liberalismo, lo que para ti está bien es bueno, en pocas palabras. O lo que es lo mismo, la verdad, la ciencia, la belleza, la moral, son irrelevantes, cada quien tenga la suya todo se vale.

    Estamos comenzando la cuaresma los católicos, los otros cristianos no tengo idea si existe para ellos, para los agnósticos, ateos, o impermeables a toda creencia religiosa menos, pero a todos nos vendría bien hacernos unas cuantas preguntas que llevaran a reflexiones serias, cosa que además de dar flojera da miedo, pero un examen de conciencia aunque da ñáñaras es muy provechoso.

    Primera pregunta: qué tanto de esas ideologías está en mi vida diaria, es decir, aunque suene feo, ¿en qué medida estoy contribuyendo al mal? Es decir: ¿nunca me brinco las leyes vigentes? ¿No produzco cantidades de basura que dejo por donde paso? ¿Respeto a todos los seres vivos personas, plantas, animales agua? ¿Nunca falto a la verdad? ¿Nunca me aprovecho de nadie? ¿No critico a vecinos, amigos, compañeros de trabajo, ni meto cizaña en el ambiente donde me muevo?

    Si te crees una buena persona porque no has matado a nadie pero tienes una lengua muy afilada y la burla te sala hasta sin darte cuenta, si votas por partidos que entre sus temas de lucha es el aborto o que los niños sean instruidos en ideologías que van contra la ciencia y la naturaleza de las personas, si consumes música que festeja la violencia a la mujer la majadería, el narcotráfico, entonces no eres una buena persona.

    Si te das cuenta de cosas malas que pasan en tu entorno y no denuncias, si no sales a votar cuando se te convoca ni participas como ciudadano a que tu ciudad marche bien sin corruptelas, si solo te llevas las manos a la cabeza para decir “que barbaridad donde vamos a llegar” entonces no solo no eres buena persona. Que los buenos no hagan nada los convierte en cómplices.

    Nuestro país está muy mal en muchos aspectos, la pregunta es: qué estás haciendo tú para que esté así o para que se corrija el daño, si son padres ¿qué le estás enseñando a tus hijos y qué país les vas a dejar?, la raíz de todo esto es que nuestras prisas, aparatitos, trabajos y tonterías nos han dejado con una alma dormida y sin ninguna atención, siendo la parte más importante de nosotros la que nos da la dignidad de personas, esa que siempre tiende por su naturaleza al bien, la verdad y la belleza, cosas que son altamente incómodas para la vida que llevamos, creyendo que la libertad está en hacer lo que me gusta o apetece y hace feliz en ese momento pero luego esclaviza.

    Aprovechemos la época para reflexionar y disponernos a corregir.

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