Después de 33 años,
en minutos de amor
la luna vino en danza
seduciendo al sol,
lo cubrió con su velo de ninfa
y se fundió en él.
Silencio nocturno
escuchó el cielo
y vibrantes llamas surgieron
durante la entrega.
Emociones y revuelos
desparramaron al orbe,
sensaciones momentáneas
que llegaron al asombro.
Se despidieron con tristeza.
Tendrán que esperar
muchos años más
para volver a amarse
en unos cuantos minutos,
mientras seguirán siendo amantes
alejados uno del otro
escondidos en el ciclo del tiempo
dia y noche.
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