Mientras miles de mexicanos tienen la dicha de festejar a su mamá hoy Día de las Madres, también existen miles que no festejarán este 10 de Mayo, ya que tienen a una hija o hijo desaparecido.

Son las mamás buscadoras que no descansan y buscan afanosamente a sus hijos moviendo la tierra con la esperanza de encontrarlos.

Y es que a nivel nacional se reporta una cifra de más de 117 mil personas desaparecidas en México.

Hoy en Mazatlán, el colectivo Tesoro Perdido hasta Encontrarlos A.C. invita a la marcha de visualización que realizarán este viernes partiendo del Monumento al Pescador hasta la Plazuela Zaragoza, en el Centro.

Exhortan a llevar una lona, globo blanco con helio y playera roja.

Por su parte en Culiacán, este 10 de mayo, diversos colectivos de búsqueda de personas realizarán también marcha con motivo de visibilizar la problemática que agravia al País, la labor que realizan las madres en ir contra la impunidad y exigir justicia de sus hijos desaparecidos.

Se comentó que habrá distintas marchas hoy viernes, ya que algunos colectivos prefieren hacerlo en distintos horarios. Además, mencionó que también será en distintos puntos de la ciudad.

Desafortunadamente ya es hasta costumbre que en cada periodo electoral haya situaciones macabras, inquietantes, extrañas o criticables, y el actual proceso no fue la excepción, pues al igual que el resto, se ha convertido en una tiradera sin razón entre contendientes.

Y a menos de un mes de la jornada electoral, una tan importante por la cantidad de cargos públicos a renovar, sigue sin haber garantías ni siquiera en cuanto a los nombres que aparecerán en las boletas.

De primeras, el IEES anunció que durante la última semana de abril y la primera de mayo, hubo hasta 28 renuncias de candidatos, por lo que aprobaron en sesión extraordinaria los sustitutos de todos los perfiles.

Tantos meses de propaganda, debates, encuentros, mítines, concentraciones y más, para que ya con los comicios encima, sigan cambiándose las candidaturas y la ciudadanía no tenga claro quiénes quieren gobernarlos.

A estas alturas, muchas personas no se toman la política con la seriedad que conlleva el ejercicio del servicio público, pero con cosas como estas es más difícil que lo hagan, y lo único que provoca es que al final la raza vote por “el menos peor” o que directamente voten al tin marín.

Otro de los baches que agitan la antesala de las elecciones, es que los partidos y candidatos están más concentrados en encontrar el defecto en la competencia, que crear sus propuestas para solucionar los verdaderos problemas.

Eso aplica para los debates, pero también al montón de quejas que llegan al Tribunal Electoral del Estado, que se ha cansado de desechar cosas que ni al caso: que si fulano pegó una calca en espacio público, que si merengano hizo esto, que si perengano aquello.

Por ejemplo, ayer el Tribunal desechó una enésima denuncia de Morena contra la candidata por la Alcaldía de Culiacán de la Oposición, Érika Sánchez, porque según puso propaganda en alumbrado que pertenece al Ayuntamiento. Bueno, gente de Teesin acudió al lugar que señaló Morena, y nada de nada.

O la gente del PAS, que irónicamente acusó uso indebido de recursos públicos por parte de diputados con licencia de Morena durante sus campañas, en las que buscan la reelección en sus respectivos distritos.

El segundo debate del Instituto Nacional Electoral fue una oda a la ausencia: a la ausencia física del candidato de Morena Enrique Inzunza Cázarez, a la ausencia de ideas y propuestas por parte de los candidatos que sí asistieron, y a la ausencia de mecanismos para hacer respetar el espacio democrático y realmente utilizarlo para debatir.

El candidato de Fuerza y Corazón por México, Eduardo Ortiz, inició su presentación reprochando la falta de Inzunza Cázarez. ¿Pues para qué lo quiere o qué? ¿A poco su discurso político no funciona sin tener presente a quién acusar o con quién discutir? ¿O cuál será la urgencia de ver al hombre? Le dedicó varias frases e incluso tuvo la necesidad de hilar su discurso en torno al morenista.

Y mire que no es justificación hacia Morena y el Verde por no asistir, pues sí fue una gatada no atender la invitación del INE porque los que pierden son los ciudadanos al no conocer de primera mano a los candidatos, pero no podemos imaginar el contenido de discurso de Eduardo Ortiz si se hubiese centrado en sus propuestas, pero el panista estaba muy preocupado por Inzunza como para pensar en eso.

El que debe haber estado bien triste es Jesús Valdés Palazuelos, pues de él y de su compañera Nubia Ramos Carbajal ni se acordaron y eso que tampoco acudieron.

Pero se agradece bastante que a este encuentro fuera Eduardo Ortiz y no Paloma Sánchez, pues dejó claro durante el primer debate que su asesor para los discursos debe ser una bully de secundaria por aquello de las risas falsas, declamaciones y según ella mirada firme que nada más daba penita ajena.

Luego Jesús Estrada Ferreiro. Está mejor preparada una chimichanga que el hombre este para los debates. No es necesario ni analizar a fondo lo que dice pues para empezar no se le entiende. En la hora y media que duró el debate no pudo hilar una sola idea, ni propuso una sola cosa, aunque está muy seguro en que será Senador de Sinaloa.

Ah, pero eso sí, cómo se ofendió cuando le recordaron que fue en algún momento candidato de Morena por la Alcaldía de Culiacán, tan así que aprovechó algunos minutos de su tiempo para rechazar estos señalamientos y deslindarse del partido, pero en 2018 y 2021 bien que anduvo de colgado por el partido, si por eso ganó y no por bueno para hacer campaña.

Y de María Fernanda Rivera Romo sinceramente no tenemos nada qué criticar, salvo la falta de innovación en propuestas, pero es una mujer que sí tiene idea de cómo hacer política y sí hizo su tarea de prepararse para el encuentro. Aunque usó el recurso medio vulgar de criticar a sus contrincantes y no debatir, pero eso ya no es nuevo en política mexicana, su nivel sí estuvo muy firme.

Lástima que Rivera Romo está en el partido de Movimiento Ciudadano, que hace buenas canciones, pero no pinta en Sinaloa aunque Sergio Torres Félix diga lo contrario.

Mientras miles de mexicanos tienen la dicha de festejar a su mamá hoy Día de las Madres, también existen miles que no festejarán este 10 de Mayo, ya que tienen a una hija o hijo desaparecido.

Son las mamás buscadoras que no descansan y buscan afanosamente a sus hijos moviendo la tierra con la esperanza de encontrarlos.

Y es que a nivel nacional se reporta una cifra de más de 117 mil personas desaparecidas en México.

Hoy en Mazatlán, el colectivo Tesoro Perdido hasta Encontrarlos A.C. invita a la marcha de visualización que realizarán este viernes partiendo del Monumento al Pescador hasta la Plazuela Zaragoza, en el Centro.

Exhortan a llevar una lona, globo blanco con helio y playera roja.

Por su parte en Culiacán, este 10 de mayo, diversos colectivos de búsqueda de personas realizarán también marcha con motivo de visibilizar la problemática que agravia al País, la labor que realizan las madres en ir contra la impunidad y exigir justicia de sus hijos desaparecidos.

Se comentó que habrá distintas marchas hoy viernes, ya que algunos colectivos prefieren hacerlo en distintos horarios. Además, mencionó que también será en distintos puntos de la ciudad.

Desafortunadamente ya es hasta costumbre que en cada periodo electoral haya situaciones macabras, inquietantes, extrañas o criticables, y el actual proceso no fue la excepción, pues al igual que el resto, se ha convertido en una tiradera sin razón entre contendientes.

Y a menos de un mes de la jornada electoral, una tan importante por la cantidad de cargos públicos a renovar, sigue sin haber garantías ni siquiera en cuanto a los nombres que aparecerán en las boletas.

De primeras, el IEES anunció que durante la última semana de abril y la primera de mayo, hubo hasta 28 renuncias de candidatos, por lo que aprobaron en sesión extraordinaria los sustitutos de todos los perfiles.

Tantos meses de propaganda, debates, encuentros, mítines, concentraciones y más, para que ya con los comicios encima, sigan cambiándose las candidaturas y la ciudadanía no tenga claro quiénes quieren gobernarlos.

A estas alturas, muchas personas no se toman la política con la seriedad que conlleva el ejercicio del servicio público, pero con cosas como estas es más difícil que lo hagan, y lo único que provoca es que al final la raza vote por “el menos peor” o que directamente voten al tin marín.

Otro de los baches que agitan la antesala de las elecciones, es que los partidos y candidatos están más concentrados en encontrar el defecto en la competencia, que crear sus propuestas para solucionar los verdaderos problemas.

Eso aplica para los debates, pero también al montón de quejas que llegan al Tribunal Electoral del Estado, que se ha cansado de desechar cosas que ni al caso: que si fulano pegó una calca en espacio público, que si merengano hizo esto, que si perengano aquello.

Por ejemplo, ayer el Tribunal desechó una enésima denuncia de Morena contra la candidata por la Alcaldía de Culiacán de la Oposición, Érika Sánchez, porque según puso propaganda en alumbrado que pertenece al Ayuntamiento. Bueno, gente de Teesin acudió al lugar que señaló Morena, y nada de nada.

O la gente del PAS, que irónicamente acusó uso indebido de recursos públicos por parte de diputados con licencia de Morena durante sus campañas, en las que buscan la reelección en sus respectivos distritos.

El segundo debate del Instituto Nacional Electoral fue una oda a la ausencia: a la ausencia física del candidato de Morena Enrique Inzunza Cázarez, a la ausencia de ideas y propuestas por parte de los candidatos que sí asistieron, y a la ausencia de mecanismos para hacer respetar el espacio democrático y realmente utilizarlo para debatir.

El candidato de Fuerza y Corazón por México, Eduardo Ortiz, inició su presentación reprochando la falta de Inzunza Cázarez. ¿Pues para qué lo quiere o qué? ¿A poco su discurso político no funciona sin tener presente a quién acusar o con quién discutir? ¿O cuál será la urgencia de ver al hombre? Le dedicó varias frases e incluso tuvo la necesidad de hilar su discurso en torno al morenista.

Y mire que no es justificación hacia Morena y el Verde por no asistir, pues sí fue una gatada no atender la invitación del INE porque los que pierden son los ciudadanos al no conocer de primera mano a los candidatos, pero no podemos imaginar el contenido de discurso de Eduardo Ortiz si se hubiese centrado en sus propuestas, pero el panista estaba muy preocupado por Inzunza como para pensar en eso.

El que debe haber estado bien triste es Jesús Valdés Palazuelos, pues de él y de su compañera Nubia Ramos Carbajal ni se acordaron y eso que tampoco acudieron.

Pero se agradece bastante que a este encuentro fuera Eduardo Ortiz y no Paloma Sánchez, pues dejó claro durante el primer debate que su asesor para los discursos debe ser una bully de secundaria por aquello de las risas falsas, declamaciones y según ella mirada firme que nada más daba penita ajena.

Luego Jesús Estrada Ferreiro. Está mejor preparada una chimichanga que el hombre este para los debates. No es necesario ni analizar a fondo lo que dice pues para empezar no se le entiende. En la hora y media que duró el debate no pudo hilar una sola idea, ni propuso una sola cosa, aunque está muy seguro en que será Senador de Sinaloa.

Ah, pero eso sí, cómo se ofendió cuando le recordaron que fue en algún momento candidato de Morena por la Alcaldía de Culiacán, tan así que aprovechó algunos minutos de su tiempo para rechazar estos señalamientos y deslindarse del partido, pero en 2018 y 2021 bien que anduvo de colgado por el partido, si por eso ganó y no por bueno para hacer campaña.

Y de María Fernanda Rivera Romo sinceramente no tenemos nada qué criticar, salvo la falta de innovación en propuestas, pero es una mujer que sí tiene idea de cómo hacer política y sí hizo su tarea de prepararse para el encuentro. Aunque usó el recurso medio vulgar de criticar a sus contrincantes y no debatir, pero eso ya no es nuevo en política mexicana, su nivel sí estuvo muy firme.

Lástima que Rivera Romo está en el partido de Movimiento Ciudadano, que hace buenas canciones, pero no pinta en Sinaloa aunque Sergio Torres Félix diga lo contrario.