Malecón es columna institucional de esta casa editorial. / malecon@noroeste.com
    Ojalá que todos los sacerdotes de la Diócesis de Mazatlán hayan leído la síntesis de la carta de la Conferencia del Episcopado Mexicano en cada una de sus celebraciones como lo hizo el líder de la Iglesia católica en el puerto pues se necesita el trabajo en equipo al no ser una tarea menor el invitar a vigilar el proceso electoral, a informarse, interesarse y tomar sus propias decisiones buscando el bien de la Nación, y más aún, conducirse con civilidad. Sería muy bien recibido por los fieles que en cada templo escuchen esa invitación.
    Tiempos de elección
    y de vigilancia

    Es crucial que todos desde sus espacios inviten a la población a ejercer su ciudadanía, como lo hizo este domingo el Obispo de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, quien se unió al llamado de todos los obispos de México del pasado 3 de marzo.

    Ojalá que todos los sacerdotes de la Diócesis de Mazatlán hayan leído la síntesis de la carta de la Conferencia del Episcopado Mexicano en cada una de sus celebraciones como lo hizo el líder de la Iglesia católica en el puerto pues se necesita el trabajo en equipo al no ser una tarea menor el invitar a vigilar el proceso electoral, a informarse, interesarse y tomar sus propias decisiones buscando el bien de la Nación, y más aún, conducirse con civilidad. Sería muy bien recibido por los fieles que en cada templo escuchen esa invitación.

    Un mensaje que no se puede dejar a un lado por ser Sinaloa es el mensaje principal de la Conferencia del Episcopado Mexicano en su carta del 3 de marzo: pactar con el crimen organizado y grupos delincuenciales para aparentemente celebrar unas elecciones en paz es un signo de la más deplorable corrupción que se debe evitar a toda costa.

    “Creemos que el peor de los escenarios, el que mayormente debemos evitar, es aquel en que el crimen organizado y grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral, en cualquier lugar y momento. La democracia electoral mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable... Por ningún motivo se puede justificar y mucho menos entrar en complicidad”, alertan los obispos en la carta. Y por algún motivo esta parte no se escuchó o se omitió en Catedral.

    La misteriosa visita dioquis del Presidente

    La extraña visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador a Culiacán el viernes pasado nos dejó con una sensación muy extraña y muchas dudas quedaron en el aire.

    La primera es saber a qué vino, porque ese nuevo Hospital General está igual de revisada que la construcción del Puente Baluarte, la presa Picachos y la Santa María juntas, y pues nada más no sabemos de algún día que se vaya a usar para lo que se construyó.

    La visita, como se reportó, pues fue a puerta cerrada y no se supo bien el mitote, de lo que se habló, de lo que se trató, y lo peor es que la información oficial del tema nunca llegó, pese a que sí se difundieron las otras actividades de otras visitas que realizó el mismo día.

    La justificación de que la reunión fuera privada se debe a que atravesamos por una veda electoral.

    Sin embargo sí se anunció que la visita era parte de una gira de trabajo que tiene que ver con la supervisión de la aplicación del programa IMSS Bienestar en el País.

    Entre las dudas que quedaron está justamente eso, de qué va a pasar con ese inmueble, y si el sistema o los ajustes, van a verse reflejados hacia el final de su sexenio.

    Lo que sí agüita sobremanera es que se nota a leguas que de plano el nuevo Hospital General seguirá cerrado y como un edificio muy atractivo para hacer exploración urbana, porque sigue abandonado y sin uso.

    Dioquis, como
    la manifestación...

    Y hablando de cosas dioquis, el viernes pudimos ser testigos de otro episodio bochornoso de la pandilla que se cree dueña de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

    Pues hicieron otra movilización de unas 700 personas, seguramente todas registradas en sus listas del Partido Sinaloense, para realizar un nuevo plantón y el cierre de la avenida Insurgentes, frente al Palacio de Gobierno.

    El pretexto es el mismo, el engaño de que defienden la autonomía, persecución política, bla, bla, bla, como si nadie supiera o no se diera cuenta de que lo que buscan es rescatar al Rector separado del cargo, del que ya nadie se acuerda y no creemos que vaya a volver, y a otra media docena de funcionarios que encaran ya siete procesos judiciales en su contra, acusados de delitos relacionados con corrupción.

    Estos compas, según la Auditoría Superior del Estado, la Unidad de Inteligencia Patrimonial y la Fiscalía son responsables de planear, avalar y firmar operaciones por casi 700 millones de pesos sin licitar, y compras a sobreprecio a red de empresas vinculadas a funcionarios o a la familia del ex Rector Héctor Melesio Cuén Ojeda.

    Y todavía hay raza que tiene la desfachatez de decir que es defender la autonomía, nombre, si ya nada más falta que manden hacer camisetas.

    Hijuela, para qué les dimos ideas, ya van a tener otro pretexto para comprarle a otro proveedor con domicilio fiscal en casa abandonada y con sobreprecio de 3 a 1...

    El chiste es que, retomando el tema, fue dioquis, porque ¿qué no ya se arreglaron con la Secretaría de Gobernación?, ¿qué no dijeron que les fue muy bien?, ¿que era un logro para la institución?

    Entonces, como cuestionamos el jueves, ¿para qué marcharon?

    Bueno, pues a ver si responden, si no, pues allá ellos, total, nos veremos en la próxima audiencia.

    Jugando con fuego

    El que de plano anda rascándole la panza al tigre es el hijo del ex Rector de la UAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien mueva sus mismos nombres, porque ya supimos que la Policía Investigadora anda confirmando si es verdad que anda malito como para ausentarse de una audiencia pública por una acusación en su contra.

    Y es que en la última que se celebró, mandó un comprobante médico emitido por un doctor del Seguro Social, que curiosamente cobra en la UAS, en el que señalaba que el joven tuvo una emergencia médica y no le iba a ser posible acudir a su cita con la justicia.

    Héctor Melesio Cuén Díaz está acusado de negociaciones ilícitas y ha diferido su audiencia ya un par de ocasiones.

    Pues, la sospecha se dio porque está muy raro que esa es la misma barra que han usado los brillantes y talentosos abogados defensores universitarios, quienes se llevan enfermos de tanto chambear seguramente, y se rolan comprobantes médicos, cortesía MediPAS, también seguramente.

    El chiste es que la sospecha es muy sólida y ya fueron al hospital del Seguro Social a preguntar sobre el doctor, si es cierto que atendió al Junior, que si él mismo acudió porque pidieron hasta las grabaciones de las cámaras de seguridad.

    Como lo hemos comentado antes, esta raza, hablando de la pandilla que se cree dueña de la Universidad, creen que pueden hacer lo que les dé la gana, están acostumbrados a la trampa, a la mentira, a la organización para la transa.

    Por eso de rascarle la panza al tigre, que por si no sabían mentirle al juez es un delito... ¿a poco no creen que los puedan torcer?

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