Claudia Sheinbaum Pardo ha basado su estrategia política para ganar las elecciones por la Presidencia de México en ser la sombra de Andrés Manuel López Obrador, pues a falta de carisma vale más que la ubiquen por la relación que tiene con el Presidente.

Y es que la morenista cuando puede aprovecha para colgarse de la fama, los dichos y las formas de AMLO, buscando que la gente dé por sentado que votar por ella es votar otra vez por Andrés Manuel.

Enrique Krauze dejó ayer entre la sociedad empresarial sinaloense algunos apuntes valiosos para explicar este comportamiento de Sheinbaum y lo que le depara a México si ella gana la elección. El intelectual estuvo presente en la ciudad de Culiacán en un evento de Coparmex Sinaloa, para impartir una conferencia relacionada a la democracia en el País que cayó como un balde de agua helada y, aunque no era la intención del comentarista, deja un panorama desolador para el País al menos en los próximos seis años.

En pocas palabras se dijo preocupado. Preocupado de que la administración federal continúe en un ciclo más que morenista, obradorista.

Es que el colgarse de la fama de un personaje como López Obrador es un arma de doble filo, sí puedes sumar votos pero también te relacionas con sus negativos, y los sectores sociales que tienen algo que reclamarle al Presidente por supuesto que no te ven para bien, y AMLO tiene una larga fila de grupos a los cuales ha lastimado de una u otra forma.

Y desafortunadamente la Oposición no levanta, a cada paso que da Xóchitl Gálvez Ruiz parece que es más bien un tropezón para su campaña que empezó mal y va peor.

La mayor alerta que puede tener un país en materia democrática es tener de dos sopas: la mala y la peor, y parece que para allá va México, cerrando más la brecha y propiciando a los partidos a unirse los unos contra los otros sin dejar opciones independientes y más abiertas.

Si gana Claudia Sheinbaum, lo lógico es que continuará el régimen de López Obrador y quién sabe si la economía nacional soporte el despilfarro en obras faraónicas, la becas sin límite, y el abandono al sector productivo y empresarial otro sexenio más.

Dentro de lo complejo que es el conflicto abierto entre la pandilla que opera en la UAS (no la UAS, la pandilla esa) y la Auditoría Superior del Estado sobre si esta puede revisar el recurso universitario, la homóloga en Sonora da una versión que clarifica un poco el asunto.

La señora Beatriz Elena Huerta Urquijo es Auditora Mayor en Sonora, es el símil de lo que es Emma Guadalupe Félix Rivera en Sinaloa, y dio a conocer que en aquel estado no hay problema alguno para que la Auditoría Superior de Sonora fiscalice a la Universidad de Sonora, que es el símil de la UAS.

Y aunque algunos quieran encontrarle lagunas a las palabras de la Auditora sonorense, fue muy clara en decir que por muy autónoma que sea la universidad de allá, no es motivo para saltarse auditorías y rendición de cuentas.

Porque sí, hay algunos compas que toman “autonomía” como libertad para entender la Ley a su manera, para hacer y deshacer a su antojo, y para mantener opaca a una institución que debería ser todo lo contrario.

Vaya, hay pillos que genuinamente creen que si les revisan las cuentas, violan la autonomía de una casa de estudios, una casa de estudios cuyas finanzas son inexplicablemente débiles, que por más dinero que les otorguen nunca les alcanza, y nomás no quieren aclarar qué pasa en su interior.

Quizá, solo quizá, no quieran aclararlo por temor a perder un control ilegítimo y gandalla que han tomado sobre un bien público del pueblo sinaloense, porque quedaría en evidencia la serie de patrañas que han hecho desde que cierto maestro sin maestría asumió la Rectoría.

Habría que descubrir si en la Universidad de Sonora hay algún partido político estacionado en ella, si allá también tienen una sanguijuela que lastra el desarrollo honesto y transparente de la institución.

Pero como dirían las tías en la hora del café, ¿quiénes somos nosotros para juzgar?

Una de las propuestas que tiene la coalición por Sinaloa, es que regresen las escuelas de tiempo completo, que durante el 2022 se informó que serían eliminadas.

Las madres de familia eran las que mayormente se beneficiaban, porque así tenían más tiempo para trabajar y no cuidar del infante, ya que necesitaban de los ingresos extras para traer comida a la mesa.

Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, dijo por ese año que se quitó el plan porque decidió que sería mejor darle el ingreso a las familias directamente y ya no a la escuelas. Pero las madres ya no pudieron trabajar extra, los niños estuvieron más tiempo en casa y se quedaron a la espera del plan secundario que el Gobierno federal les entregaría.

Ahora el PRI, PAN, PRD y PAS quieren que regresen, pero también otro problema está presente: que las escuelas también se quejan que no tienen recursos suficientes, que les hace falta esto y aquello... ¿cómo se planea volver a lo anterior si no se ha solucionado uno de los problemas fundamentales? El que se tengan condiciones favorables para que un infante estudie dignamente es fundamental.

La coalición Fuerza y Corazón por México debería considerar que los espacios de la enseñanza también son indispensables para el aprendizaje.