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"Opinión"

"12 de diciembre... ‘El mejor regalo de Dios’"

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09/12/2016

    Jorge del Rincón Bernal

    El 12 de diciembre es una fecha importante para todo el pueblo mexicano ya que se festeja el día de la aparición de la Virgen de Guadalupe.
     
    Narran los historiadores que todo comenzó en la época prehispánica hacia el año de 1531, en los primeros días de diciembre. Cuando el indio Juan Diego caminaba por el cerro una Virgen se le apareció y le pidió que fuera a ver al Obispo, en ese entonces Fray Juan de Zumárraga, y le expresara su deseo de que se construyera un Templo en su nombre en el cerro del Tepeyac.
     
    Juan Diego sin dudar fue a ver al Obispo quien no le creyó y mandó que regresara al día siguiente. Al día siguiente regresó y el Obispo después de hacerle varias preguntas le pidió que para creerle le tendría que llevar una señal.
     
    Juan Diego se lo expresó a la Virgen quien le dijo que regresara al día siguiente para darle la señal, pero ese día Juan Diego no pudo regresar porque se quedó todo el día con su tío Juan Bernardino que se encontraba a punto de morir.
     
    Al día siguiente Juan Diego salió a buscar a un sacerdote para que preparara a su tío para la muerte, y en el camino se le apareció la Virgen quien le dijo que no temiera y que fuera a la punta del cerro a cortar unas flores, siendo que en ésa época del año no se daban flores, Juan Diego las encontró, las cortó y las guardó en su manto; bajó y la virgen las tomó en sus manos y le pidió que se las llevara al Obispo en señal de su petición. Juan Diego las llevó frente al Obispo, le contó todo lo que había oído y visto; y después de extender su manto y sacar las flores se dieron cuenta que la imagen de la Virgen María había quedado impresa en la tilma (manto) de Juan Diego. Sin duda el Obispo mandó construir un templo en el nombre de la llamada Virgen de Guadalupe, en esa época también conocida como Tonantzin o madre de todos los Dioses.
     
    Juan Diego regresó a casa de su tío Juan Bernardino y se dio cuenta que se había curado, ya que la virgen también se le apareció a su tío y le hizo el milagro de salvarlo de la muerte y curarlo.
     
    Desde entonces en honor de la Virgen María de Guadalupe, una gran multitud acude año tras año el 12 de diciembre a visitar a su Madre en su Basílica del Tepeyac; lo mismo que los que vamos a la Ciudad de México, vayamos a lo que vayamos, aprovechamos para la visita que todo mexicano rinde a su Santa Madre.
     
    La fiesta inicia el 11 de diciembre por la noche, donde artistas y cantantes se hacen presentes en la Basílica para cantarle las tradicionales “mañanitas” a las 12 de la madrugada. Millones de fieles hacen una caminata desde todas las latitudes de nuestra geografía, para hacer sus ofrendas, cantarle y agradecerle lo que le han pedido con tanto fervor; para participar de las misas en su honor, y acudir a la gran peregrinación que consiste en una inmensa procesión de la Virgen que recorre las calles del Zócalo de la ciudad.
     
    La fe mueve montañas y la Virgen de Guadalupe se ha convertido en un estandarte de millones de mexicanos, quienes le piden milagros y socorro en casos difíciles a la Virgencita. ¿Cuántos de nosotros hemos ido a la Villa de Guadalupe y nos hemos hincado ante la imagen de la morenita? ¿Cuántas veces hemos encendido una veladora en momentos de aflicción y la hemos colocado en algún altar? ¿Y cuál es el motivo?... ¡Un milagro! Cada uno de esos milagros se traduce en una historia. 
     
    Ahora más que nunca necesitamos implorar su misericordia y su perdón para alcanzar de ella la gracia de una verdadera conversión espiritual y la paz del mundo; el fin del aborto y del narcotráfico; el fin de la corrupción y la impunidad entre otros, y especialmente la paz, la seguridad y la alegría de nuestros hogares sinaloenses.
    Quiero anticiparles a mis amables lectores, que en un no tan lejano futuro saldrá “El milagro del Tepeyac a la pantalla grande”.
     
     “Tepeyac” es un gran proyecto que nace ante la necesidad urgente de transmitir de manera eficaz y contundente los mensajes de fe, paz, amor y esperanza que la Virgen de Guadalupe dejó hace casi quinientos años; esto, a través del cine como un catalizador muy importante para la sociedad, y a través de una película de animación que permita entretener y divertir, pero sobre todo mover fibras emotivas y “avivar” no sólo a los mexicanos, sino al mundo entero.
     
    La idea de realizar este largometraje en animación es una gran oportunidad para poder llegar principalmente a los niños y poder así jugar con la fantasía. Además, permitirá construir alrededor de esta gran historia (conservándola como la conocemos), nuevas aventuras con personajes atractivos que ayuden a prender los niveles de identificación de los niños, jóvenes y adultos de hoy en día. Actualmente “Tepeyac” se encuentra en fase de pre-producción, y se prevé el estreno para finales de 2018.
     
    “Tepeyac” tiene los elementos necesarios para convertirse en una de las películas favoritas de México, para el mundo.
     
    Un saludo felicitándonos por la festividad de la Virgen de Guadalupe.
     

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