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"LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD"

"Amigables confusiones"

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LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD
14/02/2018

    Charla carnavalera que como buenos patasaladas da para mil temas y/o mitotes, en una analogía de un circo de más de tres pistas que incluye el frustrado intento de domar los juicios del experto que todos llevamos dentro.

    De pronto el intercambio de palabras se vuelve más profundo, al grado de llegar a un diálogo intenso que se sustenta en la diferencia entre compañeros y amigos.

    La indagación inicia con aceptar que la naturaleza humana nos orienta a reconocernos como seres con alta necesidad de sociabilizar, por lo que necesitamos a los demás. Por tal razón buscamos tener amigos con quién compartir. Es el reto de establecer una relación entre iguales que requiere de esfuerzos para conseguirla, cultivarla y mantenerla.

    Hace días escuché una frase que me impactó por su esencia: “Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano”. Encierra parte de las diferencias de considerar a un amigo o un compañero.

    Se dice, y estoy de acuerdo, que un amigo está contigo en las buenas y en las no tan buenas, es una persona que sabe escuchar desde el corazón para enaltecer la alegría y compartir. Mi madre decía que la amistad es un tesoro que no puede conocer mucha gente, se podrá ser muy popular, pero amigos, amigos, los dedos de la mano alcanzan para contarlos.

    Describir una buena amistad es enfocarnos a conversar de un profundo compromiso por cuidar y proteger al otro, un cuidado y protección que nace desde el sentimiento expansivo del amor. La amistad la describen muchos autores como la compañía permanente del corazón, que en su andar incluye un construir muy agradable que surge sin color, género, situación económica, formación académica, solo surge como algo muy íntimo.

    La oportunidad de interactuar valores tales como lealtad, solidaridad, incondicionalidad, sinceridad y un compromiso para lograr con métricas establecidas con anticipación. Ojo, nos llama la atención que incluso en muchos casos esta relación puede ser hasta con una mascota, por ahí se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, ¿cómo lo puede ser sin la racionalidad de los pensamientos? La respuesta es muy sencilla: son más fuertes los vínculos emocionales y apoyo en el desarrollo.

    Explicada la amistad, surge la duda principal: ¿por qué la confundimos con el compañerismo?

    Definitivamente la diferencia entre amistad y compañerismo radica en la intimidad de la relación. La relación que el compañerismo crea es universal, en cambio, la relación que la amistad genera es particular. Por darte un ejemplo: el compañerismo es el valor de ser una buena persona ayudando a los conocidos sin necesidad de entrelazar un vínculo más íntimo, en cambio, la amistad es un término más amplio que el compañerismo, ya que implica una relación construida a largo plazo.

    El compañerismo es un sentimiento de unidad que surge entre los integrantes de un grupo o una comunidad y se fundamenta en valores y en sentimientos como la amistad y la empatía. Como tal, se practica con reciprocidad, es decir, de manera mutua.

    En la teoría de la relación sana, debemos de sumar de los dos tipos de relaciones en marco del propio conocimiento. El reto es diferenciarlos.

    Sigamos construyendo relaciones sanas llenas de compañeros y amigos, y así celebremos un nuevo día de la amistad. Te invito a seguirme en mi Facebook  Oscar Garcia Coach.

     

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