"Amor propio, ¿un acto de narcisismo?"

Aquellos que me siguen en mis redes sociales ya saben que como biografía tengo la frase “soy mi propio modelo a seguir”. Recientemente me llegó el comentario de una persona que me conoce en vida real, aunque sea poco, y que considera muy narcisista de mi parte tener dicha oración como “resumen” de mi perfil. Argumentó que los modelos a seguir deberían ser personas mejores que uno mismo, por lo que asegurar que yo soy mi propia inspiración es bastante vanidoso de mi parte.

 

El concepto de amor propio, que se parece al de la confianza y a la buena autoestima pero no es lo mismo, es una ideología popularizada en los últimos años, pero que no existía como tal cuando crecieron mis abuelos o mis padres. Así como en su época enfermedades mentales como los desórdenes alimenticios, la depresión, la ansiedad y el desorden obsesivo compulsivo no eran tan comunes, sobre todo si se compara con la actualidad, el amor propio no era algo de lo que se hablara entre círculos de amigos y mucho menos en los medios de comunicación.

 

Sin embargo, cuando en las últimas dos décadas la imagen de la chica delgada se volvió el estándar de belleza mundial femenina y empezaron a surgir las corrientes publicitarias que implícita o explícitamente te decían que no eras lo suficientemente bonita, alta, blanca o curvilínea, el movimiento del amor propio nació para darle la cara y decir “soy suficiente”. Y no se trata únicamente de la cuestión corporal, ya que también es sobre aceptar tu inteligencia, tus habilidades, tu talento y tu fuerza, para luego poder reconocer tus fallas y seguir mejorando por ti mismo/a. No es una declaración de superioridad ante otros; es confiar que sin importar lo exitosos que otros sean o las fallas que cometas, siempre tendrás fe en ti.

 

No me atrevería a decir que el “amor propio” salvó mi vida cuando padecía de anorexia hace algunos años, pero sí puedo garantizar que sin él nunca hubiera podido superar mis demonios internos y ver más allá de mi apariencia. Algunas personas critican movimientos parecidos con la justificación de que sólo se trata de un acto de vanidad disfrazado. Chicas bonitas publicando en sus Instagrams una selfie con la leyenda “sentía mucha inseguridad al subir esto pero quiero superarlo porque el amor propio es el mejor tipo de amor”. Primero que nada, es probable que no conozcas a esta chica, no sabes qué clase de problemas tiene y si subir una fotografía de su cara la ayuda o no a superarlos. El que diga que el amor propio “es el mejor tipo de amor” no busca debilitar o desacreditar otros tipos de amor. En realidad quiere decir que otros individuos llegarán y se irán de tu vida, pero tú siempre tendrás que vivir en tu cuerpo y en tu cerebro, entonces, ¿por qué no darle el amor y el respeto que sabes que merecen?

 

Aunque la frase de “soy mi propio modelo a seguir” la saqué de una de mis modelos a seguir adicionales (porque obviamente los tengo), la guionista/comediante/actriz Mindy Kaling, sigo afirmando que sí soy mi propio modelo a seguir porque estoy orgullosa de todo lo que he logrado y lo que me falta por lograr. Porque pase lo que pase, quiero ser mi fanática número uno. ¿Si yo no me echo porras, por qué habría de esperar que otros lo hagan?

 

Entiendo por qué mi biografía de Twitter podría parecerle narcisista a aquellos que no me conozcan y a los que sí también, sobre todo al tomar en cuenta la realidad en la que vivimos donde la mayor expresión de amor parece ser mirarse al espejo y hacer click en el celular. Una era en la que todo es “yo, yo, yo”, y que fomenta un consumismo desmedido. Sin embargo, la próxima vez que temas decirte lo mucho que te admiras (estén de acuerdo o no otras personas), recuerda lo siguiente: en una sociedad que lucra de tu baja autoestima, amarte a ti mismo es un acto de rebeldía.

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Twitter: Aless_SaLo