"Apagar fuegos"

La precariedad con que cumplen su función los diferentes cuerpos de bomberos de la entidad es patente. El incendio ocurrido el miércoles en una plaza comercial de la Colonia Barrancos, en Culiacán, exhibió con creces la impotencia de los bomberos para reaccionar con más elementos y recursos.

El incendio alcanzó desproporcionadas dimensiones. Afortunadamente no hubo víctimas que lamentar, porque era temprano y los comerciantes aún no abrían sus locales, pero las pérdidas materiales ascienden a 200 millones de pesos (ignoramos, además, si los empleados puedan perder su trabajo). De contar con el equipo adecuado y suficiente, el nivel de respuesta sería pertinente y el siniestro hubiera sido controlado rápidamente.

Desde hace tiempo existe una iniciativa para asignar mayores recursos a los bomberos en el Congreso del Estado, pero los legisladores no le han concedido la importancia debida. Tal vez ahora, motivados y urgidos por la presión social, se animen a “descongelarla”.

No es posible que los bomberos mendiguen recursos, a pesar de que la mayoría estén registrados como voluntarios. Son elementos fundamentales en la sociedad que arriesgan continua y generosamente su vida en cada acción y salvamento que realizan. No debemos dejarlos solos y relegar este nuevo expediente al archivo muerto de la indiferencia.

Si fuera negocio, más de algún voluntario ya hubiera surgido para encabezar esta demanda, como señala la historia que aconteció en la antigua Roma con Marco Licinio Craso, quien tenía su propio cuerpo de bomberos y aprovechaba para comprar baratos los inmuebles siniestrados, los cuales reparaba y vendía a muy buen precio.

No podemos concluir esta reflexión sin acentuar que todos debemos ser bomberos en esta sociedad en llamas, para apagar el fuego de la violencia, egoísmo, envidia, rencor, venganzas, injusticias y desinterés.

¿Actúo como bombero? ¿Arrimo más leña a la lumbre?

@rodolfodiazf