"Bien, por el fuero... ¿y la corrupción?"

La Cámara de Diputados ha dado tal vez un paso importante en la forma en cómo se ha conducido, hasta ahora, el ejercicio de la vida pública, sobre todo en lo que corresponde a los cargos de elección popular.

 

La eliminación del fuero político, ese que protege contra la justicia a quienes ostentan un cargo de elección popular es, quizá, una necesidad y una urgencia en el País que era necesario atender.

 

Y decimos quizá, porque detrás de esa prisa de la bancada del PRI y aliados por sacarla adelante no deja de percibirse un fuerte interés electoral, sobre todo cuando la reforma constitucional está relacionada con la propuesta de un candidato.

 

Sin embargo, ha sido importante dar ese paso para que los funcionarios que cometen un delito, sobre todo el de corrupción, pueda estar sujeto a investigación y a proceso legal por las faltas cometidas.

 

Porque no hay que olvidar que ha sido el mismo PRI en la Cámara de Diputados quien ha protegido a sus legisladores para no ser procesados judicialmente por delitos de corrupción, como ocurrió recientemente.

 

¿Y es suficiente con eliminar el fuero? Definitivamente no. Los legisladores han quedado a deber con las objetivos pendientes del Sistema Nacional Anticorrupción.

 

¿Han tenido interés, por ejemplo, en los nombramientos en la Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía General de la República? Es evidente que no, a pesar de que son dos de las figuras fundamentales para el combate a la corrupción que se registra en los diferentes niveles de Gobierno.

 

Qué bueno que no haya fuero para que las dependencias tengan más margen de maniobras en las tareas de fiscalización, pero no hay que elevar las campanas al vuelo por ello.

 

Los legisladores que conforman el bloque mayoritario han actuado para impedir que los procesos de fiscalización y transparencia concluyan en sanciones contra quienes han hecho un mal uso de los recursos públicos.

 

Su tarea, por lo tanto, no ha sido completa como para levantar aplausos. Solo lo tendrán cuando demuestren un interés genuino por combatir y castigar la corrupción que en los últimos años ha sido grave en México. Pero el tiempo se les ha ido.