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"Opinión"

"Castigo implacable a tramposos"

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22/03/2018

    Manuel Clouthier

    @ClouthierManuel

     

    Lo he dicho de manera reiterada, las candidaturas independientes son un derecho derivado del derecho humano de participación política y son el derecho que tenemos los mexicanos de votar y ser elegidos sin tener que hacerlo a fuerza por un partido político.

     

    En 2012 se modificó el artículo 35 de la Constitución reconociendo las candidaturas independientes de manera expresa. Cabe destacar que antes de este reconocimiento no estaban prohibidas por la Constitución para elecciones federales.

     

    Fue en el mismo 2012 que señalé en un documento titulado “Yo acuso” que el sistema actual de partidos en México se agotó. Los ciudadanos libres no podemos participar en política y ser votados, porque la política ha sido secuestrada por los partidos.

     

    En 2014 se legisló sobre la materia y se aprobó una legislación sobre candidaturas independientes por demás restrictiva. La partidocracia cayó en la tentación de sobrerregular esta figura con el objeto de decirnos que las candidaturas sin partido existen aunque en realidad sea muy difícil ejercer este derecho.

     

    Por todos estos motivos presenté una iniciativa en septiembre de 2015 (#CanchaPareja) para modificar la ley y ampliar los derechos políticos de los ciudadanos que queremos votar y ser elegidos sin partido político. Esta fue congelada por todos los partidos en la Cámara de Diputados.

     

    Estas elecciones de 2018 empiezan a dejar en evidencia lo que hemos dicho: la ley es restrictiva, discriminatoria e inequitativa. Números indican lo difícil que es ser candidato independiente. En 2015 fuimos 122 aspirantes a candidatos independientes a diputados federales y solo 22 logramos ser candidatos, es decir, solo 18 por ciento fuimos candidatos independientes.

     

    En 2018, para ejemplificar, 240 ciudadanos manifestaron intención de ser candidatos independientes a diputados federales, 64 aspirantes alcanzaron preliminarmente los requisitos, de los cuales 17 hicieron trampa en la recolección de firmas, y 7 más tuvieron otro tipo de inconsistencias, y solo habrá 40 candidatos independientes a diputados federales, es decir, solo un 16 por ciento logra la candidatura.

     

    Para el Senado, 78 ciudadanos manifestamos intención de participar y solo 7 seremos candidatos, el 9 por ciento. Para la Presidencia de la República 86 ciudadanos manifestaron su intención y solo una persona será candidata. 

     

    Es por demás lamentable que aspirantes presidenciales como “El Bronco”, Ríos Piter y Margarita hayan caído en la tentación de hacer trampa en el proceso de recabado de firmas. Los números son contundentes y no dejan duda sobre la intencionalidad ya que rebasan con creces cualquier margen estadístico de error.

     

    El Bronco”, de sus 2 millones 34 mil 403 apoyos recibidos por el INE, 43 por ciento son de inconsistencias, simulación y fotocopias; mientras Margarita Zavala de su millón 578 mil 774 apoyos, las presuntamente fraudulentas representan el 34 por ciento. Ríos Piter es el peor, de su millón 765 mil 599 apoyos recibidos, las inconsistencias, simulaciones y fotocopias suman el 74 por ciento.

     

    Mi caso personal es ilustrativo. Enviamos 51 mil 169 apoyos ciudadanos al INE, la ley me exigía 41 mil 610. El Instituto Electoral me validó 47 mil 593 firmas, es decir, 93 por ciento de las enviadas, y el 114 por ciento de las requeridas. Solo el 1.8 por ciento tuvieron inconsistencias. Los aspirantes presidenciales, solo en el renglón de inconsistencias fluctuaron entre el 20 y el 25 por ciento de los apoyos recibidos. Esto está fuera de todo margen de error estadístico y es evidencia clara de una intención manipuladora como lo ha denunciado oportunamente Ferriz de Con.

     

    Lo he dicho públicamente y lo ratifico hoy, el INE debe ser implacable con los tramposos si queremos inhibir que esto siga sucediendo. No solo debe negarse el registro sino que si hay delito que perseguir la Fepade debe seguirlo de oficio. Debe quedar claro en la imperfecta democracia mexicana que el cómo si cuenta. Todo aquel que hace trampa y teme al “fair play” no tiene derecho a gobernar a sus conciudadanos.

     

    Los mexicanos estamos hartos de los tramposos porque está demostrado que el que se roba los votos se roba la lana. Si el INE deja impune esta trampa seguirá habiendo tramposos.

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