"Chuy Valdés destierra al 'Morrín' Pucheta: a la familia se le premia  "

Apenas había dado la orden Jesús Valdés Palazuelos de que se retiraran de las calles y edificios públicos todos los monigotes de "El Morrín", medida que asumió para evitar cualquier evocación al ex Alcalde Sergio Torres y el estigma de saqueador que concita, cuando en el estadio Ángel Flores una persona se le apareció entre la fanaticada de "Tomateros de Culiacán", portando una cartulina con la leyenda "estamos hartos de la corrupción".

Era el principio de la estrategia del nuevo Alcalde de Culiacán para acercarse a los ciudadanos. Por la tarde recorrió algunas colonias sin la parafernalia del cargo y en el diálogo con los vecinos salió también a relucir el tema de la deshonestidad con la cual gobernó Torres. El "baño de pueblo" que Jesús Valdés quiso darse entre los asistentes al partido de béisbol entre Culiacán y Hermosillo acabó mostrándole que los sinaloenses buscan todas las formas posibles de expresar la indignación por el saqueo cínico de los recursos públicos.

Al final JV le dio un apretón de manos al culiacanense que se manifestaba haciendo eco del hartazgo mostrado dos horas antes por centenares de habitantes que tomaron las calles, intentaron bloquear la salida de las pipas abastecedoras de Pemex y le gritaron al presidente Enrique Peña Nieto que se vaya de Los Pinos. La gente hizo vibrar el pavimento, más allá de la queja encubierta a través de las redes sociales.

Los alcaldes que entraron en funciones el primero de enero no entienden que los gobernados difícilmente volverán a tolerar sus pillerías. No a todos les ha caído el veinte. En Mazatlán, por ejemplo, el presidente Fernando Pucheta continúa atascado en la noción de que la función pública es para apoyar a la familia. ¿A poco no encontró otro perfil más que el de su sobrino, Guillermo Quintana Pucheta, para la Dirección de Gobernación?

El desempeño de los alcaldes de Mazatlán ha sido, desde el petista Jorge Rodríguez Pasos a la fecha, toda una mascarada. A una sociedad altamente politizada, y por lo tanto exigente, la han querido gobernar con el estilo de los reyes feos del carnaval: chismes, confeti y frivolidades. El panista Carlos Felton se pasó de la raya a pesar de que se creía que después del priista Jorge Abel López Sánchez nadie superaría el marcador de lo absurdo.

Pucheta es partidario de ese estilo de gobernar donde solo tiene que rendirle cuentas a la familia. Los audios ventilados durante la campaña, en mayo de 2016, lo delatan sin escrúpulos para acceder a cargos de Gobierno y es de esperarse que le pase desapercibida la actual mentalidad y exigencia social de gobernantes rectos.

En cuanto a Jesús Valdés, el desprestigio que deja su antecesor dificultará que le cuaje la maniobra política para estar cercano de los culiacanenses y reconquistar la confianza de estos. Sergio Torres le tatuó a Culiacán las marcas de corrupción y desprecio a la participación ciudadana, así como Carlos Felton se mofó de la oportunidad que le dieron los mazatlecos.

Re-verso

En remedo a Gepetto,

Torres hizo los "Morrines",

Y ocultó sus negros fines,

Tras el caro parapeto. 

El retorno de Papik

Forjado en la talacha cultural del viejo Difocur, que se fincó en la creación artística popular sin los altos presupuestos de ahora para el impulso a las artes, Papik Ramírez vuelve a sus orígenes pero ahora como director del Instituto Sinaloense de la Cultura. La designación es buena; veamos los resultados.

alexsicairos@hotmail.com