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"Dueñez* Empresaria"

"Comunidades creadoras de riqueza"

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DUEÑEZ* EMPRESARIA

    Los líderes visionarios de algunas universidades pueden crear comunidades creadoras de valor.
    En fecha reciente tuve oportunidad de participar en un programa llamado “Driving Strategic Innovation” (Conduciendo la Innovación Estratégica) en el MIT (Massachussets Institute of Technology). Concurrimos ahí más de 50 hombres y mujeres de negocio de 19 países del mundo. La experiencia fue verdaderamente enriquecedora.
    El MIT es una de las instituciones líderes en el mundo en términos de calidad de educación, y también en la capacidad de vincular la academia con los negocios. La cantidad de premios Nobel que se concentran aquí excede con creces los que en conjunto Latinoamérica ha generado en la historia. Pero también la cantidad de emprendedores, empresarios y ejecutivos que se han formado en esta institución superan muchas veces a los de nuestra región en cuanto a creación de riqueza se refiere.
    De forma similar a como lo han hecho las universidades de Stanford y de California en Berkley en Sillicon Valley, Harvard y MIT en Boston han creado una comunidad sorprendente que integra centros de investigación, grandes corporaciones, nuevos negocios y mucha gente talentosa.
    Estas comunidades son capaces de crear riqueza de forma prodigiosa gracias a una palabra mágica que las une: innovación. Aquí enlisto algunas de las características que distinguen a estas comunidades innovadoras.
    1. Diversidad de campos de conocimiento: Finanzas, Mercadeo, Comportamiento Organizacional, Economía, Química, Ciencias de la Salud, Biología, Física, etcétera.
    2. Fuerte vinculación entre esas áreas del conocimiento y las Tecnologías de Información (TI): muchos expertos en TI trabajando con muchos expertos en distintos campos.
    3. Abundancia de capital relativamente accesible para cualquier proyecto prometedor.
    4. Ambiente de apertura entre todos los agentes creadores de conocimiento y de riqueza.
    5. Cultura de innovación y gran disposición a explorar, arriesgar asumiendo los riesgos.
    6. Las historias de otros influyen en el espíritu de todos: alumnos, profesores, emprendedores, directivos, inversionistas.
    7. La arquitectura cuenta: los edificios, la cercanía, la facilidad de acceso, los espacios. Todo parece diseñado para facilitar la interacción.
    8. La herramienta fundamental es la multiplicación de conversaciones. El nuevo conocimiento es creado por las múltiples conversaciones de diferentes personas y equipos.
    9. Mercados abiertos de capital, de talentos, y de ideas y conocimientos.
    10. Los controles son muy sueltos. La comunidad reconoce que si todo está bajo control, la innovación no ocurre.
    11. La disciplina académica es férrea.
    12. Existe una notoria capacidad de combinar flexiblemente la falta de control con la estricta disciplina académica.
    13. Grandes facilidades y facultades para crear negociaciones productivas entre la academia, las corporaciones, los emprendedores y las agencias de gobierno.
    14. Realmente se cree en la capacidad de crear ideas grandiosas y poderosas a través del diálogo.
    ¡Vaya que son comunidades creativas! No es sencillo desarrollar todas esas características.
    Tenemos que caer en la cuenta de que en estos tiempos la fuente principal de riqueza es el conocimiento. Necesitamos generar comunidades con estas cualidades en nuestros países. Debemos convertirnos en sociedades más innovadoras. Fomentemos en nuestras organizaciones y comunidades el respeto y reconocimiento al conocimiento, la apertura y la disposición a compartir, la calidad de diálogo y la habilidad para integrar diferentes formas de pensamiento.
    Si antes de la revolución informática ya estábamos atrasados, nos quedaremos más atrás si no cambiamos nuestra forma de pensar, de trabajar y, sobre todo, de interactuar.
    Gracias al MIT por esta extraordinaria experiencia. Los invito a todos –empresarios, emprendedores, estudiantes, ejecutivos, políticos, académicos e intelectuales latinoamericanos– a salir a conocer cómo trabajan estas comunidades. No nos quedemos varados. El mundo avanza, y nosotros seguimos estancados.

    Carlos A. Dumois es Presidente y Socio Fundador de CEDEM.
    * “Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.
    c_dumois@cedem.com.mx        http://www.cedemgroup.com.mx

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