"Corrupción: Sinaloa se cansó Quirino o Malova, uno u otro"

El viernes 21 de abril, al salir de mi participación de Noticiero Noroeste, un hombre que se identificó como lector asiduo de este espacio pidió la mediación periodística para protestar porque los ciudadanos de más bajos ingresos económicos son víctimas ya del saqueo infame del erario del cual se acusa a Mario López Valdez y sus colaboradores.

 Se refirió a la restricción del programa de uniformes y útiles escolares gratuitos y más directamente a las declaraciones del Secretario de Educación Pública y Cultura del Gobierno del Estado, Enrique Villa Rivera, en el sentido de que dotar o no de esos elementos es ajeno al desempeño académico de los alumnos.

 El increpante retó a Villa Rivera a preguntarle a los padres de familia si tienen el dinero para comprarles dos cambios de ropa escolar a sus hijos, o si del gasto que destinan a la alimentación tomarán una parte para cubrir el costo de los uniformes y útiles. "Que deje de decir absurdos y piense en los niños que verán afectada su nutrición y, en consecuencia, el aprovechamiento educativo", dijo en tono airado.

 Y cerró: "en vez de quitarles los uniformes y útiles a los niños, que les quiten a los políticos el dinero del pueblo que se robaron durante el sexenio anterior. Esa es la puerta que deben de tocar, la de los funcionarios que andan libres mientras a miles de escolares y sus padres se nos hace pagar el costo de la corrupción".

 Coincidentemente, media hora más tarde, al asistir a una reunión con periodistas amigos, al salir de un restaurante de la ciudad, me abordó uno de los comensales, hombre de letras, historiador y emblema de la cultura sinaloense, para solicitarme que no le bajáramos de intensidad a la exigencia de castigo a la corrupción.

 "Es injusto que Sinaloa esté como está ahora y que nadie pague por ello. Y son muy pocos los que están diciendo en los medios lo que los sinaloenses estamos sintiendo por el robo sexenal", señaló con mesura, pero con marcada preocupación.

 A estos dos ciudadanos, al igual que a miles de sinaloenses, se les llenó el zapato de piedritas. Es inédita la indignación, a punto de transitar a la ira, que deriva de la información que ha aportado el Gobernador Quirino Ordaz Coppel por el desorden administrativo y financiero que encontró al tomar el cargo.

 Pero Ordaz Coppel se colocó él mismo en la disyuntiva de arrastrar a su antecesor, Mario López Valdez, ante los tribunales a que rinda cuentas, o el caso Malova lo arrastrará a él, al Gobernador, hacia el centro de ese torbellino de irritación, casi rabia, que no le daría siquiera la oportunidad de explicar por qué la impunidad.

 Cuidado. Sinaloa se cansó de la delincuencia política, no solo de la de ahora sino la de décadas atrás. Tal vez el Gobierno de Malova no haya robado más recursos públicos que los anteriores; lo que ocurre es que ciudadanos más informados, vigilantes, y sobre todo colmados en su capacidad de ser burlados, son ahora tribunal, juez y patíbulo para los corruptos.

 Y paradójicamente la cuenta regresiva que la sociedad empezó a cronometrar es para el Gobernador Ordaz y los arrestos que pudiera tener para castigar, ejemplarmente, delitos de peculado y cohecho. Malova, bajo sospecha, únicamente tiene a contrarreloj la impunidad como opción.

 Re-verso

 Plantean los inconformes,

Como plan resarcitorio,

Dar a los pillos uniformes,

Pero de algún reclusorio.

Así nomás

Hoy se cumplen 40 días de que Juan José Ríos Estavillo fue designado Fiscal General de Sinaloa. ¿Y?

alexsicairos@hotmail.com