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"Opinión"

"¿De qué se ríe?"

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17/04/2017

    Roberto Blancarte

    La sonrisa de Javier Duarte, en el momento de su captura, puede deberse a varias cosas; desde el cinismo hasta el nerviosismo. No es, de cualquier manera, la mejor señal para una sociedad agraviada, cansada del despojo, del abuso, de la impunidad, de la incompetencia institucional y política. Puede ser, por supuesto, que el tipo sea un desequilibrado, perdido desde hace tiempo por su ambición desmedida y su incontenible e incontenida voracidad. Pero lo más probable es que el tipo crea o esté calculando que, en el peor de los casos, dentro de algunos años saldrá de la cárcel y vivirá de lo robado, él, su esposa, hijos y nietos, con grandes lujos y ciertamente más, mucho más de lo que en una vida habría ahorrado de manera honesta. Los cálculos de lo desviado de los recursos públicos son diversos. Algunos apuntan hasta una cifra de 30 mil millones de pesos. ¿De esto, cuánto recuperará la Federación? ¿Cuánto recuperará el estado de Veracruz? En cifras de tal tamaño, si se llega a recuperar el 90 por ciento será una proeza de nuestras fallidas instituciones. ¿Cuánto le va a quedar? Supongamos que el Estado recupera el 99 por ciento de 30 mil millones. El ex Gobernador, o su familia, se quedaría con el uno por ciento, equivalente a 300 millones de pesos. Supongamos que lo robado no es tanto, sino “nada más” 10 mil millones. El uno por ciento son cien millones de pesos. Yo creo que por eso se ríe Duarte. Porque sabe que lo desviado y ocultado le va a alcanzar para muchos años a él y a su familia. El salario mínimo en México es de 80 pesos. Para que un trabajador pueda ahorrar 100 millones de pesos necesitaría trabajar un millón doscientos cincuenta mil días, sin parar. Esto sería equivalente a 3424 años, o sea que alguien tendría que haber empezado a trabajar mil cuatrocientos años antes de Cristo y hasta ahora, sin descanso. La pregunta es si el Estado mexicano, aplicando todo el peso de la ley, podrá realmente recuperar lo saqueado, o si como siempre, o como casi siempre, los ladrones (porque en el caso de Veracruz hay más de uno) se darán el gusto de burlar a los mexicanos. Por eso se ríen, quienes están acostumbrados a salirse con la suya. Por eso la sonrisa de Duarte. Habrá hecho sus cálculos de pasar unos años en una cárcel con cancha de tenis y otras amenidades. Con un poco de suerte, ni eso. Y luego, a disfrutar de lo robado, con amigos que siempre lo festejarán, como a tantos otros.
    Twitter: @rblancartecolm1

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