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"LA VIDA DE ACUERDO A MÍ"

"¿Debate presidencial o ‘Mejor Serie de Comedia’?"

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    alessandra_santamaria@hotmail.com

    @Aless_SaLo

     

     

    Es una lástima que los debates presidenciales de nuestro País ocurran cada seis años, porque son de mis formas de entretenimiento favoritas. Y con base a lo que percibí en la cantidad de memes y menciones que les han dedicado en Twitter, existe razón para creer que si compitieran por un Emmy, tendrían bien merecidos el galardón a “La Mejor Serie de Comedia”.

     

    Estoy segura de que la mayoría de ustedes vieron el debate, y en caso de que no lo hayan hecho, es imposible que hayan escapado de la lluvia de comentarios que no ha dejado de producirse desde el segundo en el que salió al aire, así que no hace falta que repita lo que se dijo y lo que se calló. Lo que considero vale la pena mencionar es la forma en la que la juventud percibió el evento, y lo mucho que el desempeño de los candidatos en una conversación de apenas unas horas pudo haber influido en su voto.

     

    Apenas la semana pasada escribí que esta generación no siente lealtad alguna e inclinará la balanza por el contendiente que día tras día nos convenza mejor. Y parece ser que eso fue lo que sucedió. De repente, el panorama se muestra más optimista para Ricardo Anaya. No pretendo señalar que es seguro que se alce victorioso, porque si algo aprendimos periodistas y ciudadanos del duelo entre Donald Trump y Hillary Clinton es que no podemos creer ciegamente en lo que se refleja en redes y medios; sin embargo, no cabe duda que debe sentirse bastante bien sobre sí mismo y sobre el ruido que su desempeño está causado. Y no creo que tenga nada que ver con las 20 cartulinas hechas en Microsoft Paint e impresas en la papelería de la esquina que llevó.

     

    La participación de Andrés Manuel fue exactamente lo que todos esperábamos que sería: un frente de defensa, porque él bien sabía que todos sus rivales se le echarían encima. Pienso que aunque evidentemente no fue capaz de contestar ciertas preguntas e incluso se puede asumir que no se preparó como es debido, dudo que esto vaya afectar su popularidad. Eso sí, si las elecciones fueran temporadas de series, y el debate del pasado domingo fuera el primer episodio, lo titularía “Todos contra AMLO (porque le tenemos miedo pero nos hacemos los intimidantes), tercera temporada”.

     

    Lo mismo puede decirse de Jaime Rodríguez, alias “El Bronco”. Por ofensivas que fueran sus declaraciones, aquellos que conocen su historial no se horrorizaron ante lo que dijo. Sin embargo, sí apoyo la propuesta de “mocharle” la lengua.

     

    Tristemente, el esfuerzo de Meade y Zavala fue poco valorado. Tal vez se deba a que nadie les cree absolutamente nada. “El que duerme con perros se despierta con pulgas”, como dice el dicho.

     

    Para concluir, recordemos que no podemos basar nuestra opinión absoluta en algo tan teatral como el debate, por más atrayente que sea. La contienda electoral es un proceso complejo y largo. No olvidemos que antes del “show” del domingo surgieron muchos factores dignos de consideración y no dejarán salir a raíz nuevos elementos en los 70 días que faltan para el 1 de julio.

     

    Aunque serán meses estresantes y puede que el resultado final que nos ofrezcan sea una nación con más problemas de los que tenemos ahora, gane quien gane, por el momento me aferro a la ilusión que me genera el próximo debate del 20 de mayo. Si es tan gracioso como el primero, ya puedo ir comprando las palomitas.

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