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"PUERTO VIEJO"

"El Congreso..."

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    El Congreso de Valores que año con año organizan Periódicos Noroeste y TecMilenio Campus Mazatlán, se ha convertido en uno de los eventos de mayor impacto social dentro del programa de vinculación de ambas instituciones con la comunidad.
    La edición 2017 del Congreso de Valores será la número 18, cronología acumulada que habla de la solidez de dicho encuentro de ideas, con planteamiento de problemas actuales y exposición de las diversas opciones de solución a los mismos, sugeridas por los conferencistas y panelistas participantes.
    El tema eje de cada uno de los congresos hasta ahora realizados siempre ha tenido la pertinencia que exige el momento. El que corresponde al presente año, que por cierto se celebrará los días 2 y 3 de mayo, tiene como línea conductora el poder de la conversación.
    El poder de la conversación como tema de un encuentro parece que no da para mucho, sin embargo, la trascendencia de la misma es bien importante para la vida de cada uno de nosotros y para la misma dinámica social.
    La conversación tiene varias definiciones, de las cuales cito la proporcionada por la página electrónica “Definición de”: “Conversación es la acción y efecto de hablar una o más personas con otra u otras”. Dicha fuente agrega también que el termino suele utilizarse como sinónimo de diálogo o plática.
    Por otro lado, en la página electrónica “Mundifrases.com”, se refiere lo siguiente acerca de la conversación:”...la conversación se transforma en un verdadero intercambio de ideas, no solo en gente esperando su turno para hablar. Una buena conversación te hace sentir escuchado, satisfecho, y tal vez incluso más informado”.
    Abundo con algo del pensamiento del escritor alemán Friedrich Nietzsche: “Uno busca a alguien que le ayude a dar a luz sus pensamientos, otro, a alguien quien poder ayudar; así es como surge una buena conversación”.
    Si bien es cierto que las definiciones aludidas nos hablan de un intercambio de ideas, de la clarificación de las mismas en beneficio de las partes que intervienen en una conversación, también resulta de suma importancia para todos nosotros, el diálogo aparentemente vano que se encamina por el rumbo de la convivencia familiar o social.
    Lo ordinario es que la comunicación trabada entre dos o más personas sea verbal, pero bien puede darse   en forma gesticular, e inclusive, el propio silencio se convierte en un diálogo.
    Por otro lado, también encontramos la conversación con uno mismo. Acerca de esta sana práctica, el poeta español Antonio Machado manifestó lo siguiente: “Converso con el hombre que siempre va conmigo. Quien habla solo, espera hablar con Dios un día”.
    Bajo cualquiera de sus formas, la conversación es un factor que impacta de manera fuerte en el desarrollo de cada uno de nosotros, de nuestras familias, de nuestro núcleo social y de la propia sociedad.
    También hay que decir que el avance de la tecnología, reflejado en las llamadas redes sociales, nos ofrecen la opción de dialogar con muy buenos resultados, con gente a la que no conocemos físicamente, digo, siempre y cuando se rebase la sabrosa frontera del chacoteo.
    De la utilidad del encuentro verbal virtual, por ejemplo, se pueden citar los foros creados por gente con la misma actividad profesional o de otra índole, espacios en los cuales, los participantes pueden pepenar ideas que abunden su conocimiento o que fortalezcan su criterio para la toma de decisiones.
    Nuestra distintiva capacidad del habla nos da un mundo de posibilidades, las cuales se han potenciado gracias al desarrollo cibernético y cuando la conversación se da entre los distintos actores de la sociedad se pueden lograr grandes cosas, pero no está sucediendo de esa manera, ya que a la mesa del diálogo comunitario hace mucho tiempo que el gobierno no acude, lo cual explica en muy buena parte el rompimiento social que estamos padeciendo.
    El empoderamiento que les otorgamos a los gobernantes los ha llevado al terreno de la soberbia, de tal suerte, que dejaron de ser escuchas activos en el encuentro con los gobernados; oyen pero no escuchan, pues nos consideran incapaces de aportar ideas para la realización de una gestión gubernamental exitosa.
    Claro, también hay que decir que como colectivo ciudadano, cargamos con la culpa de tal ausencia y pagamos las consecuencias de la misma, por no atrevernos a exigir que se dé el necesario y valioso diálogo que debe existir entre gobernantes y gobernados.
    El Congreso de Valores 2017 significará para sus asistentes un tiempo y un espacio gratuitos, para revalorar el poder de la conversación ¡Buen día!

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