Después de citar los 10 discursos que la revista Time consideró como los más célebres (aunque con claro tinte anglosajón), conviene recordar los consejos que brindó Mahatma Gandhi sobre el habla y el silencio.
“Día a día crece en mí el convencimiento de que con el silencio se puede lograr todo…Un pensamiento puro es mucho más poderoso que un largo discurso… Hablar o no hablar: cuando éste es el dilema, el silencio debía tener preferencia sobre la palabra”.
Manifestó que quien se encuentra ocupado no tiene tiempo de derrochar su energía en palabras. “Quien se ejercita en el dominio de sí mismo o se deja absorber totalmente por el trabajo, apenas habla. Hablar y obrar no se compadecen fácilmente… A diario constato lo importante que es el silencio. Es importante para todos; pero para quien se deja absorber totalmente por su trabajo, el silencio es oro”.
Gandhi lamentó que se desperdicie el tiempo en hablar de cosas insustanciales. “Si dejáramos de hablar de cosas inútiles y habláramos de las cosas importantes con el menor número de palabras posible, podríamos ahorrar mucho tiempo tanto para nosotros como para los demás. De donde se deduce que con ellos podríamos alargar considerablemente la duración de nuestras vidas… El hombre causa mucho más daño a sus propios intereses hablando que guardando silencio”.
Precisó que el silencio permite el recogimiento y la coherencia personal. “Un sabio ha dicho que el silencio nos dispone al conocimiento de nosotros mismos y hace que nuestra vida exterior se conforme con la interior”.
Especificó que el silencio debe tener preferencia sobre la palabra. “El silencio es el mejor discurso. Si tienes que hablar, habla lo menos posible. Evita, pues, utilizar dos palabras cuando con una es suficiente”.
¿Hablo demasiado? ¿Derrocho palabras? ¿Prefiero el silencio?
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