¿Qué tienen en común la manteca, la harina, el tomate, el huevo y la pasta de dientes? Son remedios que algunas (¿muchas?) veces se han recomendado para las quemaduras.
Cualquier quemadura eléctrica, o las producidas por calor directo en las que se quema todo el grosor de la piel, o las que no despiertan dolor (porque por lo profundo dañaron las terminaciones nerviosas), o que tienen una extensión mayor a la palma de la mano, o que queman la cara, manos, pies, genitales o una articulación, se pueden considerar graves y requieren atención médica inmediata. Vamos a dejar esas quemaduras graves a un lado y vamos a hablar de las más frecuentes, las de calor directo que son superficiales o que producen una pequeña ampolla.
Si quisiera enlistar todos los remedios para las quemaduras que he escuchado no alcanzaría el espacio de esta columna: alimentos, pomadas, polvos, cocteles. Así que vamos dejando claro algo desde el inicio. El primer auxilio que requiere una quemadura menor es enfriarla. ¿Cómo? Simplemente con agua fresca del grifo por unos cinco minutos. Nada elaborado ni complicado. Es todo lo que se requiere en un inicio. Después sigue cubrir o proteger la quemadura según sea el caso, pero lo primero es limitarla enfriándola.
¿Se dan cuenta cómo un montón de los remedios que se usan los sacan del refrigerador? Es lo frío lo que ayuda. El problema es que la piel es una de las mejores barreras contra infecciones que tenemos. Al quemarse, se daña, y se puede perder esta barrera. Si aplicamos menjurjes sólo aumentamos el riesgo de una infección.
Hay numerosos sitios de internet que sugieren remedios “naturales” para las quemaduras. Pero aunque digan “natural” no necesariamente es lo mejor. Por ejemplo, algunas páginas recomiendan que se apliquen gasas con aceite esencial de lavanda. Y resulta que hay un reporte en el que el uso de dicho aceite se relacionó con ginecomastia, el aumento del busto en varones (1). Este reporte no demuestra que una cosa causó la otra, pero resalta la importancia de verificar efectos secundarios o posibles daños aún en las cosas que se consideran “naturales”.
El remedio natural más estudiado desde el punto de vista científico tal vez es la miel (2). Pero aún con la miel, la cual parece que sí sirve en algunos tipos de quemaduras, es mejor tener cuidado y usarse sólo bajo supervisión médica.
Entonces, ¿qué remedio es el mejor para las quemaduras menores? El agua. Y no hay nada más natural que el agua.
1. Henley DV, et al. Prepubertal Gynecomastia Linked to Lavender and Tea Tree Oils. N Engl J Med 2007; 356:479-485.
2. Jull AB, et al. Honey as a topical treatment for wounds. Cochrane Database of Systematic Reviews 2015, Issue 3. Art. No.: CD005083.
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