"¿El PAN con Cuén? ¡Órale! Anaya: del odio a los votos"

Es posible que Héctor Melesio Cuén Ojeda sea el candidato al Senado por el bloque Por México al Frente, ese alebrije político con cabeza de Movimiento Ciudadano, patas de Acción Nacional, brazos de PRD y tripas de Partido Sinaloense. Quizás sí porque Ricardo Anaya, que defenestró a más no poder al ex Rector de la UAS, hoy lo necesita no por íntegro sino por los votos. 

Sin embargo todavía falta que los panistas sinaloenses se traguen esa afrenta callados de la boca. Aun a sabiendas de que la política es el arte de tragar caca sin hacer gestos, existe un segmento albiazul que le reclamará a su ex líder nacional el acuerdo de coalición servido para el disfrute del cuenismo. 

Anaya, quien al dirigir al PAN nacional acumuló tanta riqueza que hasta se mimetizó con la corrupción peñanietista, logró el propósito de transformar en migajas a su partido. No es descabellada la tesis que lo ubica haciéndole el trabajo sucio al PRI para dividir a la oposición y abollarle a López Obrador la corona que se ciñe por adelantado. 

Pero una cosa es ser cochi y otra ser tan trompudo. Si Ricardo Anaya se le atravesó con todo en 2016 a Cuén Ojeda, impidiéndole que buscara la gubernatura de Sinaloa cobijado por el PAN, acusándolo de ser el artífice de sentar a Lucero Sánchez López en una curul del Congreso del Estado, qué tan creíble sería su campaña presidencial forjada junto a aquél al que acusó de lo peor. 

Inclusive, de ser cierto que la alianza abrigará la candidatura de Cuén ese efecto dispersor se extenderá a Sinaloa debido a que la militancia conservadora del PAN votaría hasta por los pretensos priistas antes que otorgarle el sufragio al creador, dueño y dirigente del Partido Sinaloense. De paso le harán un favor no pedido al Gobernador Quirino Ordaz y al PRI al quitarle la presión de quien a como sea quiere ser Senador, así lo postule el mismísimo diablo. 

El 2018 no es el año de Cuén Ojeda y tampoco lo será del PAN si permite que Movimiento Ciudadano mantenga mano en la fórmula al Senado. Una cosa es lo que quiera Mario Ímaz a nivel local y otra la que se acuerde en la cúpula de MC donde todos los días da vueltas la ruleta de ambiciones en los partidos coaligados. 

Con la noticia que festivamente recoge Sebastián Zamudio, la dócil marioneta de Adolfo Rojo y Alejandro Higuera, los panistas más cuenistas del mundo, imaginemos ahora al PRI sacando del armario el plan "B", aquel que tenía listo por si Héctor Melesio y el PAS decidían jugarle en el bando opuesto.

Entonces José Antonio Meade y Quirino Ordaz Coppel hallarán en esa misma vitrina, con la leyenda de "úsese en caso de emergencia", el expediente que la Fiscalía General de Estados Unidos le abrió en Washington a Lucero Sánchez queriendo vincularla al proceso que se le sigue en Nueva York a Joaquín Guzmán Loera. 

Sin perder de vista que durante las campañas electorales el lodo se convierte en oro, falta aún que se estabilicen las emociones. Las de los cuenistas que en el PAS y PAN pretenden hacer barbacoa antes de que nazca el becerro, y la de la coalición Por México al Frente que, no se dude, tiene intereses diametralmente opuestos a los que se dirimen en el ámbito de lo local.

Re-verso 

Si apenas hace unos días,

Se pegaron unas madrizas,

Y hoy son felices nodrizas,

De tan horripilantes crías.

La última carta  

Ojo. Ya sin la posibilidad de postular a Cuén Ojeda al Senado, el PRI podría recurrir a Gerardo Vargas Landeros que hasta le firma a Quirino Ordaz en garantía de que ganará la elección y que las huestes del trébol de cuatro hojas le serán fieles para mantener mayoría en el Congreso del Estado.

alexsicairos@hotmail.com