"El sabor de las cerezas"

La cereza es una fruta dulce de un rojo brillante. Una etimología antigua señala que su nombre deriva de la ciudad griega de Kerasus (hoy se llama Giresun y pertenece a Turquía), de donde la llevó el General Lúculo a Roma.

En México es también una fruta muy apreciada. Atendiendo a su sabor y encendido color se acuñó el refrán de “ponerle la cereza al pastel”, para significar que algo tuvo un final espectacular (en otros países existe el equivalente de “ponerle la guinda al pastel”).

En la música fueron muy populares las canciones “Las cerezas” y “Cerezo rosa”. En la literatura destacó también “El jardín de los cerezos”, de Anton Chejov, y el cuento “Las cerezas”, de Emilia Pardo Bazán.

En 1997, la película “El sabor de las cerezas” del director iraní Abbas Kiarostami, obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes. En este filme, el director nos presenta a un hombre que desea suicidarse y quiere pagar a una persona para que lo sepulte en la tumba que ya tiene preparada. No se aborda el problema que llevó al tipo a tomar esta decisión, pero se comprende que no tiene motivo ni aliciente para vivir.

La primera persona es un joven soldado que huye despavorido ante la petición. La segunda, un joven seminarista que arguye motivos de prohibición religiosa para no aceptar. La última, es un anciano sabio que promete ayudarle, pero antes le cuenta una anécdota de cuando él se quiso suicidar colgándose de un cerezo. Empero, probó tres cerezas tan dulces que se olvidó del suicidio. Regresó a casa y disfrutó las cerezas con su esposa. Todos tenemos problemas, pero se debe cambiar de perspectiva y forma de pensar para afrontarlos.

¿Aprecio el sabor de las cerezas?

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@rodolfodiazf