"Encuentro en El Vaticano"

Editorial

La reunión entre Donald Trump, el insólito Presidente de Estados Unidos, y el Papa Francisco es, por lo menos, un acontecimiento muy interesante. Es algo así como el choque de dos mundos completamente distintos que por un segundo van a cruzar sus caminos y se van a mirar a los ojos.

Donald Trump se encuentra recorriendo el mundo como parte de su primera gira internacional. El recorrido es largo, ocho días y cinco países diferentes, quizá demasiado largo para alguien que no puede estar más de dos días sin provocar un escándalo. El problema es que en los sitios a los que se dirige no hay mucho margen para las desavenencias.

El domingo inició la gira en Arabia Saudita, donde lo esperaban líderes de por lo menos 40 naciones, la mayoría afectadas por conflictos internos, externos, religiosos, económicos, un barril de pólvora. De esa cita salió sin un rasguño para aterrizar ayer en Israel, donde se encontró con israelíes y palestinos, otro terreno minado donde Trump pasó de puntitas y sin causar daños evidentes.

Su siguiente parada es El Vaticano y aquí la cosa es que el discurso de Trump no ocupa el centro del evento, aquí se va a encontrar con un Papa que se encuentra en las antípodas de su discurso.

La mayoría de los analistas piensan que lo menos que puede recibir Trump del Papa es un buen sermón. 

Recordemos que Francisco ya lo criticó de manera rotunda cuando andaba en campaña. Al Papa no le gustó la propuesta del muro de Trump y se lo dejó claro cuando visitó México.

Trump respondió al Papa con la misma velocidad que responde a todo lo que considera un ataque, utilizando su disfraz de víctima ante los regaños de Francisco.

Difícilmente la reunión va a derivar en una enfrentamiento, el famoso muro de Trump se ha ido convirtiendo en una cerca y su retórica contra casi todo se ha ido suavizando, así que el Papa Francisco ya no tendrá que lidiar con el mismo Trump que andaba en campaña.

Pero no deja de ser interesante ver dos visiones totalmente diferentes, uno que respira dinero y el otro que quiere repartirlo entre los pobres.