|
"Opinión"

"¿Impactará el caso Duarte en Sinaloa?"

""
21/04/2017

    Arturo Santamaría Gómez

    No ha sido una decisión original del Gobierno federal perseguir o enjuiciar a Padrés, Yarrington, Javier Duarte, Rodrigo Medina, Édgar Veytia, César Duarte y antes a Granier o Moreira. No fue Peña Nieto el que decidió castigar a los saqueadores de los recursos públicos. No fue un gobierno priista el que haya propuesto enjuiciar a los malhechores del tricolor. La Gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, de sello tricolor, llevó a Padrés a la cárcel por ser panista. Los tricolores no persiguen a los políticos de su propio partido. Los condenan o expulsan de sus filas solo cuando ya no hay remedio, tal y como ha sucedido con Javier Duarte.
    A Yarrington y Veytia los apresaron por solicitud de agencias estadounidenses. A Moreira lo detuvo la justicia española, para luego ser liberado gracias a las gestiones del Gobierno de Peña Nieto.
    A Rodrigo Medina lo ha acusado El Bronco, Gobernador independiente. A el veracruzano Duarte, el Gobernador panista, Miguel Ángel Yunes. A César Duarte, el Gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral. En Tabasco fue el Gobernador perredista Arturo Nuñez Jiménez quien empujó las acusaciones para encarcelar a Granier.
    Con estos antecedentes hay pocas probabilidades de que en Sinaloa se busque enjuiciar a Malova a pesar de las crecientes y abundantes huellas de malos manejos en su gobierno. Evidencias que ha presentado la misma administración de Quirino Ordaz Coppel y no tan solo la prensa.
    Algún ingenuo dirá: “Pero, si Malova encabezaba un gobierno panista-perredista, Malova rompió con el PRI”. En efecto, el empresario ferretero se escindió del tricolor y fue postulado por otros partidos, pero en los hechos encabezaba a una fracción disidente del priismo sinaloense que encabezó un sexenio. Por si fuera poco lo anterior, mandaba sobre la bancada priista en el Congreso estatal y, lo más importante para medir las posibilidades de que se le enjuicie en Sinaloa, es que apoyó, con la venia de Peña Nieto, a la campaña de Quirino.
    El escudo que en apariencia posee Malova para no ser enjuiciado y condenando es habérsela jugado con Quirino y Peña Nieto. Sin embargo, si la presión de los medios y la sociedad civil aumentan, tal y como sucedió en Veracruz, Ordaz Coppel podría verse obligado a aplicarle la ley al ex Gobernador, quien hoy se pasea en los lujosos barrios de San Diego, California, como César Duarte lo hace en El Paso, Texas.
     
    Posdata
    Les entrego un extracto del libro intitulado “Juan S. Millán. Auge y declive del maximato en Sinaloa. Memorias y crítica.”, donde el ex Gobernador detalla como operó la candidatura de Malova. Lo presentaré los días 4 de mayo, en Culiacán, el 5 en Mazatlán y martes 9 en Los Mochis:
     
    Pero ahí ayudó mucho un personaje muy importante dentro del panismo, con un enorme ascendiente sobre el Presidente Calderón: Gerardo Aranda. Él tenía una vieja relación conmigo, por coincidir en el Infonavit, él en representación del sector empresarial, y yo de los sindicatos. Un oftalmólogo de aquí de Sinaloa, amigo de él, me dice: “Lo mandó a saludar Gerardo Aranda”... “Ah, muchas gracias, ¿dónde está Gerardo?” “Es el Presidente de la Fundación Preciado... ¿dice qué cuándo se reúnen a comer?”, “cuando él quiera”... “¿Lo comunico?”, “comunícame con él”...  y quedamos de comer dos días después, en México. En la plática él toca el tema, y me dice: “Oye, ¿y cómo va la alianza que se ha venido manejando que participaría el PAN ahí en Sinaloa con Mario López Valdez?”... “Muy difícil”, le digo... “el panismo local se opone totalmente. Y lástima, porque de todas las que se mencionan, la de José Aispuro en Durango, la de Xóchitl Gálvez para Hidalgo, la de Gabino Cue para Oaxaca y la de Moreno Valle en Puebla, la que más posibilidades tiene de triunfar es la de Mario López Valdez, nomás que no lo dejan pasar”... “¿Me dejas que intervenga?”, “encantado”... y al día siguiente me habló: “Ya está”. El Presidente directamente le dio la indicación a Germán Martínez y a César Nava y ya. Pero junto con eso, la intervención de Manuel Camacho Solís fue fundamental, gracias a Murat.
    Murat y yo nos encontramos en el aeropuerto, y me dice “¿cómo van?”... “Muy trabado todo”, “¿por qué no te reúnes con Manuel Camacho Solís, es amigo tuyo”... “pues sí”, “él está operando muchas cosas y alianzas con el PAN. Traite a Malova”. Y nos reunimos en el Hotel Marquís, ahí en la Ciudad de México, en Paseo de la Reforma, y ahí se lo presenté a Malova y él hizo su tarea dentro de los acuerdos que traían.
    AS – ¿Usted tuvo que convencer a Malova?
    JSM – Bueno, es que salirse del PRI e irse a una aventura, siendo él Senador de la República, no era fácil, y las presiones que estaba recibiendo eran tremendas. Yo no dudo que Manlio, por ejemplo, tenía mucho interés en apoyar a Malova para que fuera candidato del PRI, pero cuando ya ve que no lo deja pasar por ningún motivo Aguilar... no sé si recuerden que vino Manlio al último informe de Malova como Senador de la República, en un evento... fue la penúltima vez que pisó Malova el PRI, la última fue en la Convención en que lo echaron fuera. Entonces Aguilar le pide a Manlio que le digan a Malova que me retire la invitación para asistir al evento del PRI, el día del evento, desayunando en Casa de Gobierno. Y saliendo del desayuno Malova me llama, que le urge hablar conmigo, se va a mi casa. Yo lo noté muy nervioso, “¿qué pasa?”, “es que me acaba de pedir Manlio, que por indicaciones del Gobernador, no vaya usted al informe”... “Ni Jesús Aguilar, ni Manlio ni tú me dan órdenes. Ahí voy a estar”.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!