"¿La felicidad es una moda?"

Desde el momento justo que el hombre toma conciencia de su realidad, se detona una de las grandes búsquedas, por un lado, la juventud eterna y por otro, mucho más interior, encontrarnos con la felicidad eterna, permanente, por los siglos de los siglos, todo soñamos con ser y vivir siempre felices. Buscamos algo que nunca se acabe, que nos acompañe en el camino de la vida. Esto nos regala como consecuencia la tremenda necesidad de certezas, de pequeñas o grandes señales que vamos en el camino correcto, tener en nuestro recurso emocional algo de qué agarrarnos en los tiempos de incertidumbre. Creo que es parte de la naturaleza humana.

Ante ese mercado tan grande crecen las menciones y las ofertas de compra de felicidad, pareciera que puede ser hasta por kilos a través de: cursos, talleres, seminarios, libros, muchos libros que nos dicen paso a paso cómo obtenerla, ya está al alcance de nuestra mano. Hay “empresas” que con un fin de semana te convierten en Coach de Vida, y están listos para salir ayudar a otros a ser felices. Estamos en el boom de la comercialización y el gran riesgo de que un movimiento tan importante se confunda y pierda sentido.

Hoy todos conocemos que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el día 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad, para los ámbitos educativos, gubernamentales y organizaciones no gubernamentales de nuestro planeta.

Este hecho para muchos insólito es una respuesta a la gran necesidad de buscar que las políticas públicas y la gestión de las nuevas empresas establezcan nuevas prioridades. Es momento de que las conversaciones en las empresas se dirijan también, además de la productividad, al nivel de bienestar y satisfacciones de sus colaboradores. Encontrando un nuevo paradigma que afirma que las empresas sanas emocionalmente, que se ocupan del bienestar de sus colaboradores, producen más y mejor.

Existen países como “El más feliz del mundo”, Bután, que transformó la forma de medir su desarrollo otorgando una prioridad mayor al bienestar de los ciudadanos (FNB Felicidad Nacional Bruto) respecto al famoso Producto Interno Bruto. Bajo los momentos y circunstancias diarios que vivimos en nuestra ciudad, Estado y País, podría sonar desalentador y con poca capacidad de logro. Pero nos debe motivar que existen líderes empresariales que han incorporado a sus empresas principios básicos de psicología positiva que les permite adoptar practicas exitosas a nivel internacional, y con la certeza que estos avances son medibles y cuantificables. Son experiencias que exigen una madurez organizacional para pasar de lo que la empresa le conviene, a enfocarte en el bienestar de los colaboradores. La sorpresa: grandes nuevos retos se disfrutan en cada lugar de trabajo, ampliando las áreas de impacto y desarrollo.

Más loable aun, es que ya existen instituciones educativas a nivel mundial que han declarado su enfoque a la formación de personas con un propósito de vida, y desarrollarles las competencias para alcanzarlo. Es decir, desde su formación el joven bachiller o universitario vive y experimenta los beneficios de un ecosistema de bienestar.

Esta semana celebramos la Semana de la Felicidad. Mientras interactuaba con uno de los alumnos me dice: “¿La felicidad es una moda?”. La respuesta fue muy sencilla: “¿Cómo te sientes mejor, que te reciba con un pequeño saludo y te pregunte cómo estás o llegar y que nadie te diga nada, ni te salude? Su respuesta con una sonrisa fue: “Pues que me salude y me haga sentir bien”.

Este es el mundo de las emociones que en medio de la dinámica actual por momentos pareciera que olvidamos, pero siempre, siempre, nos hará sentir mejor. Si esto nos hace sentir bien, pues qué importa que digan que está de moda.

Nos seguimos saludando en Oscar Garcia Coach.