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"Opinión"

"¿Para qué buscan el poder si no quieren servir?"

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17/01/2017

    Joel Díaz Fonseca

    Las arcas estatales y las de los 18 municipios quedaron prácticamente secas, más que el desierto del Sahara. El Gobernador Quirino Ordaz y los presidentes municipales andan “banqueando”, pidiendo créditos para pagar sus respectivas nóminas y para enfrentar compromisos urgentes de pago heredados de sus antecesores.
     
    Pregunto, ¿los que dejaron las arcas vacías realmente estaban interesados en servir?
    No. No buscaron el poder para servir, lo que pretendían, y lo lograron, era hacer negocios al amparo del poder, beneficiar a sus amigos y socios, manejar los recursos del erario a su antojo. Todo en lo oscurito, lejos del escrutinio de la sociedad, solapados por las instituciones que se supone debieron amarrarles bien las manos.
     
    En mi artículo del sábado hablé del poder y del servicio. Se confiere el poder a las personas para que sirvan, no para que abusen de él, manoteando aquí y allá sin ningún límite.
     
    Si el poder no se usa para servir se convierte en autoritarismo, en tiranía. A toda autoridad se le empodera, no para que actúe como un tirano, sino para que gobierne con firmeza, pero con humildad. El poder, como el respeto, se gana sirviendo, no abusando del cargo para beneficio propio ni de sus allegados.
     
    Dejar las arcas vacías y heredar pesadas deudas a las administraciones que les relevan solo lo hacen quienes no actúan con honestidad ni con un verdadero espíritu de servicio.
     
    Las nuevas autoridades están sufriendo la gota gorda porque tienen que resolver la situación tan difícil que enfrentan, pero la verdadera perjudicada es la sociedad sinaloense.
     
    Es al pueblo a quien han lastimado aquellos (Mario López Valdez y los 18 alcaldes) que llegaron supuestamente a servir, a gobernar con honestidad, a administrar de cara a la sociedad los recursos puestos en sus manos.
     
    Un ejemplo claro de esto es el caso de las “plumas” en cruces del ferrocarril, largamente prometidas. Es solo un pedacito en la punta de ese enorme iceberg de irresponsabilidades de quienes recién se fueron, y del que pretende desentenderse quien ahora gobierna en Mazatlán.
     
    En julio pasado, luego de una nueva oleada de accidentes en cruces de vía, con varias víctimas mortales, López Valdez y Felton encabezaron un radiotón para obtener fondos para la adquisición de las mencionadas “plumas”, logrando reunir poco más de 2 millones de pesos según un primer recuento, quedando luego en 1.5 millones.
     
    Sin embargo, se fueron sin cumplir ese compromiso y sin ofrecer una disculpa a la sociedad mazatleca.
     
    ¿Realmente estaban comprometidos López Valdez y Felton con el servicio a sus gobernados? Obviamente no.
     
    Pero sin duda es tanto o más grave que el nuevo Alcalde, Fernando Pucheta, pretenda desentenderse de ese compromiso, y que no manifieste la intención de llamar a cuentas a quienes desviaron esos recursos aportados por la sociedad mazatleca.
     
    “En las cuentas del Ayuntamiento no aparecen esos recursos por ninguna parte. Yo me deslindo totalmente de esa responsabilidad, porque yo no hice un radiotón, yo no le pedí a la ciudadanía, para no hacer lo que la gente creyó que iban a hacer”, dijo el pasado fin de semana.
     
    El alcalde no puede desentenderse de un compromiso del Gobierno municipal, aunque se trate de otra administración. La sociedad mazatleca aportó recursos para la instalación de las “plumas” en los cruces de vía y se le tiene que responder.
     
    Al calor de las contiendas políticas se dicen y prometen muchas cosas, ¿ha olvidado acaso que él, durante su campaña, se comprometió a instalar plumas automáticas en los principales cruces ferroviarios?
     
    Tras los dimes y diretes en que han caído el alcalde Pucheta y la ex secretaria del Ayuntamiento, Rosario Torres Noriega, el primero diciendo que no aparecen los fondos del radiotón, y la segunda señalando que a su sobrino Guillermo Quintana Pucheta le entregaron los documentos del depósito de esos recursos en una cuenta de Banorte, tercia ahora el tesorero, Ismael Barros Cebreros, poniendo las cosas en su lugar.
     
    El encargado de las arcas municipales aclaró que los recursos recabados mediante el radiotón sí fueron depositados en la cuenta del Ayuntamiento, sólo que no fueron etiquetados para el fin que se emplearían,  se fueron a gasto corriente, por lo que esta administración los utilizó para cumplir compromisos urgentes de pago.
     
    “Todo dinero que se manda de donde sea, de la Federación o el Estado, tiene nombre y apellido y nosotros no tenemos más que gastarlo o invertirlo en esa parte”, explicó.
     
    Está documentado que los recursos del radiotón fueron retirados de la cuenta del DIF estatal y depositados en una cuenta en Banorte, a nombre del “municipio de Mazatlán”, curiosamente el mismo nombre y apellido con el que Carlos Felton expidió sin control incontables cheques con muchos ceros.
     
    El Alcalde está obligado a cumplir el compromiso de instalar las “plumas”, aunque haya sido compromiso de su antecesor, y a documentarse antes de hablar. Como señalé en junio pasado, Mazatlán lo que menos necesita es un Alcalde deslenguado.

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