|
"Opinión"

"¿Qué nos está pasando?"

""

    Escribo estas palabras a raíz de los dramáticos hechos ocurridos en Monterrey, pero no por agitación ante ellos. No me malinterprete. La simple idea de un niño agrediendo a otros es brutal y las condiciones en que estos hechos sucedieron arrebatan la respiración.  
     
    Pero a propósito de la violencia, desde hace años traigo las tripas hechas un nudo. 
     
    ¿Qué nos está pasando? Escucho y leo preguntarse conmovidas a muchas amistades y a otras personas a propósito de esta violencia. No lo sé. Sé que hay expertos en el tema y quienes lo tienen perfectamente claro. Reconozco que yo no. Quizá por mis propias vivencias personales, pero pensar en las causas (y costos) de esta larga noche de brutalidad me inspira respeto. Me lo tomo con pausa.
     
    Lo que sí sé es que a todo este desastre le hemos volteado la cara.
     
    De la descomposición hace mucho tenemos noticia. En un gran reportaje, Saúl Hernández de El Universal, con datos oficiales mostró el drama de los adolescentes asesinados: aquí hay más que en países en guerra, como Irak y Sudán. En 10 años pasamos de tener 9.9 homicidios de niños de entre 15 y 17 años a 26.5 por cada 100,000 habitantes. La violencia con la que suceden los asesinatos de niños en México también es escalofriante, seis de cada 10 fueron asesinados por armas de fuego y presumiblemente activadas por otros niños. 
     
    De hecho, en Hidden in Plain Sight: A Statistical Analysis of Violence Against Children, la Unicef nos compara con países como Togo, Myanmar o Mozambique y nos incluye en la lista de los 10 países que aportan la mitad de los asesinatos de niños en el mundo junto con Congo, Venezuela y Pakistán, entre otros.
     
    Hace casi dos años publiqué “Muerte: la nueva marca país”. Ahí refería a lo que me dijo una vez Titillo, el dueño de unos antojitos en la Mixtequilla, Veracruz. “Hoy se mueren los que antes no se morían”. Agregó: “los campesinos morían viejos y enfermos. Hoy mueren jóvenes y sanos tratando de cruzar la frontera. Otros porque están en el narco, ahora mueren los soldados. Ahora hasta mueren los que nomás van pasando por ahí”.
     
    O, como dice Alejandro Hope: algo nos pasó y perdimos a la primera generación del milenio que apuntaba a ser la más pacífica de la historia de México. Un brutal cambio de tendencia logró que entre 2007 y 2011 los asesinatos se triplicaran. La violencia criminal se volvió más descabellada y más salvaje. 
     
    En México la muerte tiene prisa y está por todas partes. A pesar de ello, la sociedad ha decidido que es mejor no hablar del tema y los gobernantes lo incluyen -sin fundamento- en su listas de logros o -con mezquindad- en los temas para golpearse electoralmente unos a otros.
     
    Pero después de una década de reinar, la muerte lo ha salpicado todo. 
     
    Han sido asesinados más de 85 alcaldes y ex alcaldes en apenas 10 años, centenares de migrantes han sido masacrados y se han encontrado miles de fosas clandestinas. El estudio “Carga Global de la Violencia Armada 2015. Cada cuerpo cuenta” dice que en seis años más de mil 900 mujeres y niñas fueron asesinadas de forma violenta. Si tenemos en cuenta los asesinatos cometidos con disparos de armas, estamos entre los peores 10 países del mundo. México es el país con más asesinatos de periodistas de las Américas y uno de los tres más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. No pueden omitirse los salvajes ataques que dejaron heridos, muertos y desaparecidos en Iguala. Tampoco casos como Apatzingán, Tlatlaya y Tanhuato. 
     
    ¿Qué nos está pasando? 
     
    Insisto, así de un hilo: no-lo-sé. Pero sí sé que no podemos seguir simplemente resignados. Sé que lo que sucede es complicado y requiere que nos pongamos serios. Y creo que un primer paso es quitarle a todas las muertes violentas la etiqua de normal.
     
    @nomus77

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!