|
"OBSERVATORIO"

"¿Quién mató a Sandra Luz? La mujer que murió 5 veces"

""
OBSERVATORIO

    A la semana de que un grupo armado “levantó” a su hijo Édgar, me buscó Sandra Luz Hernández para contarme la tragedia. Devastada, desamparada por la justicia, el llanto no la dejaba hablar, aunque luego dijo que era la impotencia la que le ahogaba el pecho. Indescriptible el sufrimiento de ella, como inenarrable es el dolor de las madres que poco a poquito se acaban en la búsqueda de sus retoños.

    A Sandra Luz la mataron muchas veces. La primera fue cuando Édgar Guadalupe García Hernández, quien se desempeñaba como auxiliar de oficina en el despacho del Procurador Marco Antonio Higuera Gómez, le fue arrebatado del hogar el 12 de febrero de 2012 por un grupo armado. Siempre creyó que él estaba vivo.

    La segunda muerte ocurrió en mayo de 2012, esa vez que encaró al fiscal estatal, ex jefe de su hijo, para reclamarle la pasividad en las investigaciones. En lugar de recibir expectativas de justicia le dieron el “consejo” de que cesara en la búsqueda porque ella también corría peligro. Lo platicó con su esposo e hijos, quienes le pidieron que ya dejara el caso en manos divinas.

    “Yo sin Édgar ya estoy muerta, por supuesto que lo buscaré bajo la última piedra que deba de mover", me dijo un día que solicitó apoyo para redactar un pronunciamiento de reclamo al Gobierno encabezado por Mario López Valdez. Ahí, en la investigación que efectuó por sus propios medios, la sorprendió la tercera muerte, el 12 de mayo de 2014, al ser víctima de un asesino que como carnada le ofreció datos para localizar al hijo.

    Luego, el 13 de marzo de 2015, la justicia la volvió a matar cuando un juzgado de Culiacán absolvió de culpa a Jesús Fernando Valenzuela Rodríguez, único indiciado por el crimen. Y ayer ocurrió la última muerte de Sandra Luz debido a que el Supremo Tribunal de Justicia ratificó la sentencia de inocencia a favor del inculpado.

    La mujer que es emblema de la lucha de madres que buscan a sus hijos desaparecidos sigue en la batalla por justicia. La absolución dictada en última instancia corona el sexenio de la impunidad, donde todos tuvimos un arma en la sien. Las múltiples muertes de Sandra Luz Hernández son, inexorablemente, la caída estrepitosa de aquella promesa, o mentira, que hizo que los electores ensayaran una ilusión con Malova como Gobernador.

    Una vez cerrado el círculo de la impunidad en el caso, cualquiera creería que los políticos llevan consigo por siempre un cargo de conciencia. Si una mujer sufre el embate de la bestialidad que le arrebata a su hijo, y después ella misma paga con la vida por el “delito” de buscarlo, qué sigue en el recuento íntimo de quien juró respetar y hacer respetar la ley. ¿Entonces los deudos de las víctimas tendrán que ver, desde el balcón, el paso de los cortejos?

    La exculpación de Valenzuela Rodríguez es cosa de la justicia y de autoridades ministeriales que establecieron que el 90 por ciento de los muertos son criminales y resto víctimas colaterales. El juicio a un Gobernador que bailó sobre los cadáveres de los inocentes corresponde a los sinaloenses, al menos para que la barbarie nunca se olvide.

     

    Re-verso

    Que brille siempre su Luz,

    Resplandor de perseverancia;

    Que otros carguen la cruz,

    De los muertos en abundancia.

     

    Réquiem y condena

    Este sexenio será recordado por sus muertos y por no saber quiénes son los culpables de crímenes evidentemente con móviles políticos. Humberto Millán, Luis Pérez, Martha Olivia Alonso, Jesús Alfredo Cuen Ojeda, Atilano Román, Francisco Urrea, Ramón Corrales Vega…

     

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!