"Juventud desconectada"

Los jóvenes están abiertos al cambio, pueden convertirse fácilmente en protagonistas de la historia porque son sinceros, inquietos e idealistas. En el corazón de los jóvenes arde la hoguera de las ilusiones y de los sueños. La juventud se resiste a postrarse ante los problemas y acostarse en el sofá del fatalismo y la resignación.

El rostro y el corazón del joven están abiertos a la confrontación, problemas e interpelaciones. El joven auténtico no necesita acudir a maquillajes ni cremas rejuvenecedoras, dijo el Papa Francisco al reunirse en Maipú con la juventud chilena.

Sin embargo, recurriendo a una anécdota, señaló que en ocasiones los jóvenes pierden el camino y el entusiasmo. Charlando un día con un joven le pregunté qué es lo que lo ponía de mal humor. “¿A vos qué te pone de mal humor?” –porque el contexto se daba para hacer esa pregunta. Y él me dijo: «cuando al celular se le acaba la batería o cuando pierdo la señal de Internet». Le pregunté: «¿Por qué?». Me responde: «Padre, es simple, me pierdo todo lo que está pasando, me quedo fuera del mundo, como colgado. En esos momentos, salgo corriendo a buscar un cargador o una red de wifi y la contraseña para volverme a conectar”.

Bergoglio precisó que esa desconexión puede ocurrir también en el terreno de la fe, porque hay momentos en que puede bajar nuestro ancho de banda y quedarnos sin Jesús. “Al quedarnos sin esta «conexión» que es la que le da vida a nuestros sueños, el corazón empieza a perder fuerza, a quedarse también sin batería”.

Agregó que al desconectarnos de la realidad y de lo que pasa en el mundo, ahogamos nuestra fe, ideas y sueños, lo que nos llena de pesimismo y mal humor.

¿Vivo totalmente desconectado?