"La ASE de Antonio Vega. Auditor y asesor a la vez"

Una vez que la lupa ciudadana dimensionó la corrupción del ex Alcalde de Culiacán, Sergio Torres Félix, habrá que ponerla encima de otros presidentes municipales en funciones y en calidad de ex, que no hicieron ni hacen malos quesos en materia de gasto desparpajado con el tufo de la deshonestidad.

La misma labor que realizaron en Culiacán las organizaciones Iniciativa Sinaloa y Movimiento Interdisciplinario de Egresados de la UAS tendría que realizárseles a los ex ediles Carlos Felton, en Mazatlán; Miguel Calderón, en Navolato; Arturo Duarte, en Ahome y Armando Leyson, en Guasave, que tuvieron múltiples observaciones en sus cuentas públicas del segundo semestre de 2016.

No son los únicos pero sí los mejores prospectos a una fiscalización por parte de la sociedad, pues existe un hilo de suspicacia que los comunica. Durante el periodo 2014-2016, mismo que desde el despacho del entonces Gobernador Mario López Valdez recibió la indicación de ser el trienio de Hidalgo, la mayoría de los ediles descuidaron la correcta rendición de cuentas porque tenían una certeza: el anterior Auditor Superior del Estado, Antonio Vega Gaxiola, les arreglaría sus rapacerías.

En efecto, paralelamente al despacho del Auditor funcionaba otro, manejado por el mismo Vega Gaxiola, que les ofrecía el servicio a los ediles para “arreglarles” las cuentas públicas antes de que fueran dictaminadas por el Congreso del Estado. Ese negocio fue descubierto hasta que el actual Gobernador, Quirino Ordaz Coppel, ocupó el cargo.

Es decir, el ahora ex titular de la ASE operó no solo para solapar el desorden financiero y administrativo del sexenio de Malova, sino que mantuvo su "changarro" para "limpiar" las irregularidades en el gasto de los Ayuntamientos. Auditor y asesor a la vez de las cuentas que fiscalizaba, aportó al desfalco en lugar de combatirlo.

Existen evidencias que han aflorado ahora que la ASE y la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas intentan hallar la punta de la madeja del desfalco malovista, aunque al paso de los días se desvanezca la posibilidad de aplicar sanciones. Inclusive se presume que Vega Gaxiola fue uno de los principales "reparadores" de los números torcidos del malovato después de que el Congreso le rechazara en enero su informe de enero a junio de 2016.

Culiacán fue uno de los favorecidos por esa dualidad de auditor y asesor. Con el debido cuidado de no dejar evidencias, la asistencia del grupo Vega Gaxiola se pagó con recursos etiquetados solo como "asesorías externas", cuando en realidad fue una gran operación para la futura impunidad en desvíos, corruptelas y espoliaciones con recursos públicos.

Es una lástima que en el resto de los municipios se retrase la activación de auditorías implementadas desde la ciudadanía ya que pareciera la única manera de entrar a las entrañas de la corrupción. Al no haberlas, con exagerada holgura los políticos que se fueron y los que llegaron se limpiarán la cola unos a otros.

Roba, al cabo que el que sigue te solapará, es el lema de la congregación del peculado.

Re-verso

Así se pudo anunciar:

Se arreglan las cuentas chuecas,

Y el Congreso sin hacer muecas,

Todas las va a aprobar.

Estilo que cunde

Quien va por el mismo camino porque ya entendió que la ley se hizo "solo para los bueyes del compadre", es el actual Alcalde de Mazatlán, Fernando Pucheta, que hace uso discrecional del presupuesto como si fuera su "cochinito" marismeño y se gasta cuanto peso cae en las arcas municipales. Ya se verá en la primera cuenta pública de 2017.