"La lista de los ¿deseos?"

Editorial

Cuando un político hace campaña para alcanzar un puesto de elección popular, hace foros en un lado y otro, con un sector u otro, con un propósito o con varios, para configurar lo que quiere hacer en la entidad que aspira gobernar.

Si ese político gana, vuelve a hacer foros de consulta, para lo mismo. En un lugar u otro, con sectores y propósitos diversos, para elaborar el Plan de Gobierno, que se presenta varios meses después de iniciada la gestión.

Así ha ocurrido en Sinaloa. Casi seis meses de haber asumido el cargo, Quirino Ordaz Coppel finalmente presentó el Plan Estatal de Desarrollo, donde se establecen las acciones principales que se habrán de ejercer durante su gestión.

Nadie ha puesto en duda que la seguridad es la principal demanda que se tiene en la entidad y es el eje en el que se requieren acciones urgentes.

Sus acciones de gobierno se delinearon en cinco ejes que cubren, además de la seguridad, el desarrollo económico, el desarrollo social y humano, desarrollo sustentable e infraestructura y Gobierno eficiente.

Nada nuevo respecto a lo que otros gobiernos, de cualquier nivel, plantean para llevar a cabo su gestión. Lo que según Quirino Ordaz Coppel marca la diferencia, es que se han establecido metas alcanzables y realizables. Lo mismo que otros también han prometido.

Y en la lista se contemplan lugares comunes y repetitivos, como atracción de inversiones, apoyo al turismo, más infraestructura, proyectos carreteros que pasan administraciones y no se cumplen y obras que están a la espera de concretarse.

Lo que no se ha aclarado, es que si los casi seis meses de gestión estarán incluidos en la medición de la eficacia de las acciones diseñadas para cumplir con los objetivos planteados.

Porque los ciudadanos no han tenido que esperar seis meses para darse cuenta que la seguridad es una necesidad que requiere de una atención urgente y de soluciones inmediatas. La sociedad en Sinaloa no ha tenido que esperar a que este tiempo haya pasado para atestiguar que la entidad vive uno de sus momentos más violentos. Y la población no ha tenido que esperar para descubrir que urge sentirse seguro.

Quirino Ordaz Coppel ha dejado pasar ya casi seis meses de su Gobierno para definir sus acciones. Urge, ya, que dé respuestas.