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"TIERRA NUESTRA"

"La proyección que hace el USDA del 2018 a 2027"

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    El  3 de marzo relaté el evento que se presentó en  Arlington, Virginia,  prácticamente afuera de la ciudad de Washington, como “agricultural Outlook fórum 2018”,  donde se reúnen alrededor de 300 personas en que el secretario de agricultura, el economista en Jefe del USDA y  presidentes de grandes transnacionales presentan los temas de su interés, empezando con la perspectiva que tiene el USDA sobre la agricultura y ganadería de Estados Unidos para ese año. Mi conclusión es que el secretario y el USDA mencionaron la preocupación de la caída de su ingreso, pero no mencionaron la sobre producción de los principales granos,  que ha afectado a los agricultores por los últimos 4 o 5 años, lo que los hace pasar por tiempos difíciles. 

    Pero no abordan de frente el problema, reconociendo la causa de estos problemas, ofreciendo soluciones de largo plazo, que como sabemos, no son efectivas para atender los problemas, pero que suenan bien en el discurso. 

    La proyección que hace el USDA, mediante análisis estadístico, con todo un equipo de trabajo del USDA, de las diferentes dependencias de la secretaria parte del principal supuesto de mantener la superficie prácticamente constante. 

    Con la perspectiva actual de mayor demanda por soya, que ha sido un poco rentable, aumenta la superficie en 2017 en 2.75 Millones de hectáreas  y en 2018 en 320 mil hectáreas y reduce la del maíz  en 2017 en  1.5 millones de hectáreas en 2018 que  no hay incentivo por la falta de rentabilidad, para el primer año 

    Estados Unidos, dedica para los principales 8 cultivos, una superficie prácticamente constante, de 102 millones de hectáreas: de los cuales maíz y soya se siembran con 36.5 millones de hectáreas cada uno; trigo con 18.6 millones de hectáreas. Los tres cultivos  ocupan el grueso de la superficie, con 92 millones de hectáreas y la superficie restante, 10 millones de hectáreas, para los cultivos restantes: Algodón, sorgo, cebada, avena y arroz. Un  país con una gran superficie agrícola, con una agricultura muy tecnificada con un excelente temporal. Supongo que descarta la posibilidad de administrar la oferta. 

    La  gran mayoría de los cultivos tienen precios debajo de su costo de producción, con excepción en los últimos años de la soya, que solo un año,  de los 4 últimos, no cubrió con sus ingresos su costo total, aunque con rentabilidad decreciente. Por ello,  se espera que su mayor demanda global, que inclusive ligeramente superarán a la superficie de maíz. 

    Estados Unidos dedica para su Programa de Reserva para Conservación (CRP), una superficie de 9.6  millones de hectáreas, el máximo autorizado, que se retira de la actividad agrícola, para reducir la erosión de las tierras agrícolas, mejorar la calidad del agua y beneficiar la vida salvaje.  Estos programas son voluntarios, recibiendo el productor el pago de una renta, al retirar las tierras de la actividad agrícola.  

    El USDA hizo una proyección con superficies acotadas, pues si no hubieran crecido excesivamente los inventarios finales y derrumbado todavía más los precios. Los inventarios se estabilizan a partir del año 2018/2019, en 67 millones de toneladas y la razón inventarios uso en  17%/18%. Un nivel relativamente alto que representa una reserva para  2 meses de consumo, cuando la mitad sería suficiente.  

    Con la agricultura de granos de semillas hibridas, se  tenía que limitar la superficie por la tendencia creciente de los rendimientos,  por la inversión de las transnacionales en investigación  y desarrollo: de 11.72 toneladas por hectárea  en 2016/17 a 12.82 toneladas por hectárea para 2027/28.   

    En los 2016/17 la superficie fue de 38  millones de hectáreas   y a partir del año siguiente se estabiliza en una superficie de   alrededor de 36 millones de hectáreas  por los siguientes 6 años, para reducirse los siguientes años a 35 millones de hectáreas. A partir de 2021/22 la producción de maíz tiene un franco crecimiento, desde 375 millones de toneladas hasta 390 millones de toneladas.  Es interesante ver que este último nivel de producción se acerca a la producción que llegamos en 2016 con 384 millones de toneladas, obviamente con un serio problema de sobre producción que se reflejó en los precios debajo del costo de producción. 

    Otra información relevante es el valor de las tierras agrícolas (con todas sus instalaciones) que han crecido desde  2000 a 2015, al pasar la hectárea de 3,464 dólares a 7,561, un poco más del doble en  15 años. Es importante notar que el valor de la tierra está definida por las utilidades generadas en el pasado y los apoyos al ingreso del productor. Por eso, no es muy adecuado el pago de apoyos al ingreso, porque estos se terminan capitalizando en el valor de la tierra y las rentas. Los apoyos están contemplados y dirigidos a los productores, no a los terratenientes. Por el solo hecho de poseer una tierra, no hay que recompensarlos. Se requiere resolver esto de otra manera.

    Empero, el precio estimado del maíz para la próxima cosecha es solo de $3.15 a $3.55 dólares por bushel (139.8 dólares tonelada). Según el último pronóstico del reporte del USDA [Wasde march 8, 2018]; muy abajo de la cotización de la bolsa de chicago del jueves 8 marzo (de 4 dólares bushel o 157.47 dólares tonelada).   Difícilmente se ve una perspectiva alentadora. Todo dependerá de que el clima traicione las proyecciones para que las cosas cambien.

     

     

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