Los contratos que dio Ernesto Echeverría a las empresas que fundó, Mi Salud y Herramientas Médicas, cuando fue Secretario de Salud y Director de los Servicios de Salud, son apenas la punta del “iceberg” de las anomalías que se cometieron en el sector salud durante su estancia.
Los comentarios se repiten: Ernesto hizo negocios en el sistema de salud y benefició a sus socios y amigos.
Se refieren a su socio Javier Salido, un empresario que posee empresas de diferentes ramos, pero es más conocido por ser dueño de El Debate; también mencionan a sus hombres cercanos, como sus asistentes, sus amigos, entre ellos la dirigente del sindicato de salud.
Algunos más hablan del malgasto de los fondos federales de salud, de las cuotas de recuperación, de la nómina, hasta de una boda.
Hasta el momento, la Auditoría Superior del Estado y la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas, se han quedado cortos en los trabajos de revisión.
Las pistas ahí están, aportadas por los ciudadanos, ahí están los documentos que Noroeste aportó en la investigación de los Negocios de Echeverría.
Ahora le toca a la ASE y la Secretaría de la Transparencia ponerse a trabajar, a revisar a profundidad y actuar.
Diputados cínicos
Los diputados no sólo quieren retroceder en transparencia, hasta se burlan del tema.
Después de la irritación social que causó saber que el PRI, PAS y Nueva Alianza quieren sacar del pleno la discusión de las cuentas públicas de los municipios y del estado, diputados no sólo avalan esa iniciativa sino que se mofan.
La burla la hicieron en el whatsapp grupal del Congreso donde están los 40.
El primero fue el priista, perdón, el panalista Crecenciano Espericueta Rodríguez.
En el grupo “Congreso 62 Legislatura”, Espericueta retoma una imagen donde aparece él y cinco diputados más que integran la Comisión de Fiscalización. En esa imagen se les exhibe como los que quieren opacidad.
“Que Comisión de Fiscalización tanta chingona, me siento orgulloso de formar parte de ella. Ustedes no compañer@s diputad@s?, pregunta el panalista.
Ocho minutos después, el Diputado José Menchaca López, presidente de la Comisión de Fiscalización se suma:
“Mas que orgulloso compañero mas que sabemos estamos contribuyendo a la transparencia en sinaloa”.
Un minuto después la priista Karina Millán Bueno les dice: ‘Animo compañeros’.
Inmediatamente después, el diputado del Partido Verde los felicita:
“Felicitaciones compañeros diputados!! Son sinaloenses comprometidos con nuestra transparencia!!!”.
Por cierto, los diputados, que están a favor de la opacidad, deben tomar un curso de ortografía básica. A gritos la necesitan.
Mientras tanto, el Consejo de Unidad Ciudadana anunció para hoy martes una manifestación en Congreso.
Harán manifestación frente a diputados “traidores”, así se expresan en la invitación a redes.
En las cavernas
Es increíble ver que aún existen funcionarios públicos que tienen un pensamiento cavernícola.
Esta vez nos referimos a los funcionarios de seguridad pública, que celebraron con bombo y platillo que asesinaron a 17 personas en Villa Unión.
No conformes, la fiesta la alargaron diciendo que los 17 eran unos contumaces delincuentes.
Nos hace recordar aquella época en donde todos éramos culpables, incluso estando muertos, pues parece que todavía no les cabe en la cabeza que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Deberían recordar que la muerte de ciudadanos es en sí una tragedia y este tipo de masacres evidencian los enormes errores que hemos cometido como sociedad.
Se puede felicitar a los policías en un evento privado, pero de ahí a celebrar una masacre es una irresponsabilidad.
Y el infierno en el sur
Aún no nos reponemos de las noticias que nos dicen que al día en Sinaloa, en promedio, asesinan a cinco personas, cuando nos tenemos que enterar que el viernes 30, junio se despidió con una masacre que dejó 19 muertos en enfrentamientos en Villa Unión.
Sumando estos 19 muertos, junio terminó con 180 personas asesinadas en el estado, lo que lo ubica como la cifra más alta desde el año 2011.
Apenas el viernes se contaba que entre los hechos más relevantes destacan el asesinato del hermano de JC Chávez, el ex síndico de Eldorado y el de cinco mujeres, pero ya con esto del sur, nos deja perplejos.
Ese mismo día se daba a conocer que según estadísticas de la Fiscalía Estatal del Estado, en lo que va del año se han cometido 878 homicidios dolosos, así que si le sumamos el saldo del infierno que vivieron en Villa Unión, suman 897 personas muertas.
El analistas nacional, Alejandro Hope, en su artículo “Ese desastre llamado Sinaloa”, dice tajante: “Sinaloa sufre de más de poco estado que de mucho narco”.
¡Puro Sinaloa!, diría el Gobernador Quirino Ordaz Coppel.
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