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"Política Zoom"

"La responsabilidad es de los Legionarios"

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21/06/2017

    Ricardo Raphael

    Deberían abrir una oficina dedicada a los deslindes. Cada año tienen que desmarcarse de los desmanes que hacen sus alumnos. Dicen los Legionarios de Cristo que su orden no tiene nada que ver con los videos discriminatorios que cada año escandalizan en México.
     
    Esta vez también enviaron una carta a los medios de comunicación para tomar distancia con respecto al pleito en la graduación de sus preparatorianos del Colegio Cumbres. Y sin embargo son responsables porque esa orden religiosa ha sido activa promotora de la cultura del “Mirreynato”.
     
    Los Legionarios enseñan en sus aulas los principales anti-valores de este sistema social: exaltan el privilegio, abrazan la impunidad, practican la corrupción, discriminan, desprecian el mérito y se benefician de que el elevador social mexicano esté descompuesto.
     
    Los videos de graduación de sus escuelas son famosos porque enaltecen la imagen del hombre blanco, principesco, rico y arrogante. El “Mirrey” es siempre el personaje principal de esa pieza ya clásica del mes de junio mexicano.
     
    El video de hace dos años lo estelarizó un muchacho orgullosamente mamón al que le llevaban jugo de naranja a la cama. Un año después los alumnos magnificaron la prepotencia y la misoginia aprendidas. Ahora los estudiantes del Cumbres fueron más lejos: produjeron un video anodino para que la autoridad de la escuela lo aprobara y, a la hora de la hora, proyectaron otro donde se burlaron de sus hermanos de la escuela vecina.
     
    Estas tres piezas comparten un denominador común: presumen privilegio. El primero de clase, el segundo de género y el tercero de círculo social, (dentro del penthouse).
     
    Para deslindarse de sus alumnos los Legionarios suelen argumentar que la sublimación del privilegio viene de casa. Resulta más fácil echar la culpa a los padres que a los valores morales dominantes en sus respectivas escuelas.
     
    Esta orden se distingue también por promover impunidad. No son educadores que enseñen a enfrentar consecuencias. No corren al golpeador, no cancelan el diploma a quien hace trampa, no le ponen siquiera una calificación menor a ocho a quien merece reprobar.
     
    Una y otra vez transmiten el mensaje de que, por ser privilegiados, a sus muchachos no debe ocurrirles nada. Los Legionarios ocultaron durante años los pecados miserables de su fundador, Marcial Maciel. También escondieron las prácticas de pederastia que otros ocho integrantes de su congregación sostuvieron en contra de decenas de estudiantes. Si el fundador murió impune, ¿por qué sus descendientes morales no habrían de gozar del mismo fuero?
     
    La riqueza amasada gracias a las colegiaturas que pagan sus educandos ha sido invertida por los Legionarios en negocios oscuros. El periodista Raúl Olmos reveló hace no tanto que esa orden invierte en la fabricación de armas, la producción de píldoras anticonceptivas y suele lavar dinero en paraísos fiscales.
     
    No sólo son corruptos quienes roban sino quienes predican una cosa y hacen otra. Son corruptas las personas que traicionan la naturaleza de su obra.
     
    Otra transgresión de su fe católica es la reiteración de actitudes discriminatorias. La educación que se recibe en los colegios de la Legión no sólo exalta privilegios sino que, al mismo tiempo, lleva a despreciar al otro; a la mujer, a las personas morenas, al pobre, al ciudadano de a pie.
     
    Es a tal punto permisiva esta educación discriminatoria que los alumnos del Colegio Irlandés pudieron discriminar a los del Colegio Cumbres. Parece un mal chiste y sin embargo éste fue justo el origen del pleito relatado antes.
     
    La seriedad de estos colegios es muy poca cuando importa tanto el apellido o el dinero de los padres y tan poco el esfuerzo que los alumnos invierten para logar una buena nota. En la lógica moral de los Legionarios la cigüeña lo define casi todo, particularmente quién entra y quién sale de sus colegios.
     
    Los Legionarios nacieron en un país donde el ascensor social está descompuesto y se han aprovechado de ello para hacer fortuna fundando escuelas que no son escuelas sino clubes sociales.
     
    Zoom:
    El Mirreynato produce violencia y por desgracia el episodio de la graduación del Cumbres volverá a repetirse mientras haya lugares que educan para el privilegio, la impunidad, la corrupción y la discriminación.
     
    |@ricardomraphael

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