"La sombra de las flechas"

Se necesita valor y audacia para afrontar el peligro. Son muchos los que flaquean ante los problemas y dificultades, pues es difícil mantener en alto convicción e ideales. Sin embargo, la historia es pródiga en relatos que muestran la grandeza de espíritu de quienes ofrendaron su vida con tal de permanecer fieles a su ser y deber.

 

Uno de estos míticos personajes es el rey Leónidas, quien al frente de 300 espartanos y pocos soldados aliados resistió el embate del numeroso ejército de Jerjes en el estrecho de Las Termópilas.

 

Jerjes, según la narración de Herodoto, se enfrentó a los griegos con un ejército de más de un millón de guerreros (según cálculos conservadores serían alrededor de 200 mil hombres). Sin embargo, el minúsculo grupo de verdaderos soldados comandado por Leónidas resistió al menos tres días en ese estratégico desfiladero.

 

Leónidas sabía que era imposible contener el poderoso ejército de Jerjes con su escaso contingente, pero comprendía que al detener el avance de las tropas persas contribuía a que Atenas fuera evacuada y la armada griega se pertrechara en la batalla de Salamina. El fin se precipitó cuando un hombre llamado Efialtes traicionó a los griegos y mostró un paso oculto a los persas.

 

Entre las frases emblemáticas de Leónidas escogeremos dos que retratan su gallarda figura. 

 

Cuando Jerjes mandó emisarios para que depusiera las armas, Leónidas respondió: “Ven a buscarlas tú mismo”. Alguien le dijo que siendo tan grande el ejército persa, sus flechas cubrirían el sol. Leónidas repuso: “Mejor, así pelearemos en la sombra”.

 

Bien dijo el filósofo Bernard Williams: “Nunca una noche ha vencido al amanecer, y nunca un problema ha vencido a la esperanza”.

 

¿Me arredro ante las dificultades? Soy capaz de luchar a la sombra de las flechaS?

rfonseca@noroeste.com

@rodolfodiazf