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"Opinión"

"Las reservas económicas del Gobierno de México"

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18/05/2018

    Rafael Morgan Ríos

    Durante el tiempo que duró la crisis económica internacional de 2009 – 2010, de la cuál varios países europeos todavía no se reponen, los efectos en la economía mexicana fueron devastadores pues en 2009 tuvimos un crecimiento negativo superior al -5 por ciento, crisis que además se acumuló a las crisis de salud del virus H1N1 y las inundaciones en el sureste del país. Sin embargo, ya para 2010 el incremento en el Producto Interno Bruto ya era positivo en México y de nuevo se estaba aumentando el empleo.
     
    Cuando la presión en las finanzas públicas estaba más fuerte, se le informó al Presidente Calderón que, al revisar los Estados Financieros de algunos fideicomisos, se determinaron reservas ociosas o de muy lento movimiento que pudieran utilizarse para cubrir algunas necesidades financieras urgentes. Así, al analizar los informes financieros de los cuatro fideicomisos que integran el FIRA, cuyo capital líquido ascendía a más de 50 mil millones de pesos, mismo que se utilizaba para servir de garantía a los préstamos que la banca privada concedía a los agricultores. Sin embargo, al estudiarse varios años atrás, se verificó que en ningún ejercicio se habían garantizado más de 20 mil millones de pesos, es decir, existía una sobreinversión de más de 30 mil millones de pesos, de los cuales pudieran retirarse alrededor de 25 mil millones de pesos para cubrir en parte alguna necesidad financiera del gobierno. La anterior situación tenía otro agravante: según los Estados Financieros, los remanentes estaban invertidos ganando intereses, mismos que sumados a las comisiones ganadas en las garantías, el FIRA obtenía en conjunto utilidades anuales por más de 5 mil millones de pesos, con lo cual los directivos del fideicomiso se jactaban de “su buena administración” y por lo tanto tenían sueldos y prestaciones muy superiores a los directivos de otras instituciones.
     
    Nacional Financiera, NAFIN, tenía igualmente capital líquido ocioso y cuando se le planteó al Presidente Calderón la utilización de esas reservas, su respuesta fue que esos recursos deben conservarse para contingencias pues constituyen un seguro para utilizarse en última instancia. 
     
    El régimen del Presidente Peña Nieto ha recibido durante tres años los remanentes del Banco de México, producto de las fluctuaciones del precio del dólar. Así, el Banxico transfirió al gobierno 31 mil 449 millones de pesos en 2015, 239 mil 094 millones en 2016 y 321 mil 653 millones en 2017, para un gran total de 592 mil 196 millones de pesos, lo que permitió abonar a la deuda pública y a reducir el déficit fiscal según lo estipula la Ley del Banxico. Ahora se informa que en 2017 el Banco de México tuvo pérdidas por 240 mil 013 millones de pesos y las reservas cayeron en 164 mil 678 millones de pesos; es decir, se les pasó la mano al entregarle al Gobierno reservas que tienen un cierto carácter de virtuales pues suben y bajan con el valor del dólar. Lo anterior indica que en 2018 y tal vez en 2019 ya no habrá transferencias del Banxico al Gobierno.
     
    La Secretaría de Hacienda tiene otras reservas como el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) que al 31 de Marzo ya llega a 259 mil 301 millones de pesos, además del Fondo Mexicano del Petróleo que asciende a 18 mil 208 millones de pesos para totalizar 277 mil 509 millones de pesos. 
     
    Pero todavía hay más pues la Secretaría de Hacienda acaba de informar que el Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) tiene, al 31 de marzo, 73 mil 412 millones de pesos que es el monto más alto de su historia, desde 2006. Estos recursos deben destinarse para compensar las participaciones a los Estados, en el caso de que los impuestos federales no hayan alcanzado el importe presupuestado, sin embargo, la propia Secretaría de Hacienda estima que éste fondo se incrementará al cierre de 2018, pues se calcula que los Ingresos Presupuestados no solo no van a disminuir, sino que se espera que sean mayores en más de 76 mil millones de pesos respecto a lo presupuestado.
     
    Éstos remanentes y ahorros deben cuidarse y hasta incrementarse. La experiencia que se tuvo con las reservas del  Banco de México transferidas alegremente al gobierno, ocasionó que su capital contable se redujera de 715 mil 157 millones de pesos a sólo 153 mil 479 millones al cierre de 2017, por lo que  tiene dificultades para cubrir las pérdidas contables.
     
    El próximo Presidente de México tendrá estas reservas que esperamos no las dilapide, pues ahorrar es muy difícil pero gastar es muy fácil.
     
     

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