|
"En Tribunales"

"Lástima Margarito"

""

     
     
     
    Hace pocos días se reportó en una nota de un diario local que el Consejo de la Judicatura Federal le revocó el registro a Acciones Colectivas de Sinaloa (ACS), para promover acciones colectivas.
    Independientemente de que ya se presentó el documento correspondiente en ejercicio del derecho de réplica, me aprovecho de este espacio para aclarar la información.
    Efectivamente se revocó el registro de ACS, sin embargo, “Lástima Margarito”, pero el 3 de enero de este año, un juez de distrito de Ciudad de México, ordenó mantenerlo vigente definitivamente, como se demostró en el ejercicio del derecho de réplica, acompañando copia de la resolución del juez.
    Por lo tanto, no es verdad que ACS no tenga registro y obviamente que puede seguir promoviendo nuevas acciones colectivas sin problema alguno.
    “Lástima Margarito”, pero no existe el “Machetazo a Caballo de Espadas” a que se refiere la nota, sino más bien el machetazo quizá fue para el reportero a quien no le pasaron la información completa, ni la confirmó.
    Las acciones colectivas son confundidas con los amparos colectivos porque ambas herramientas legales pueden utilizarse para proteger el medio ambiente.
    Sin embargo, ambas figuras combaten actos diferentes y, por lo mismo, hay actos que pueden ser reclamados mediante amparos colectivos en defensa del medio ambiente y hay otros que pueden ser perseguidos mediante una acción colectiva.
    Aclarado lo anterior, resulta que ACS no ha promovido ninguna acción colectiva relacionada con la construcción de la Avenida Bahía. 
    Los tres amparos contra la construcción de la Avenida Bahía fueron presentados por tres vecinos del fraccionamiento y son patrocinados gratuitamente (Pro Bono) por mi despacho (Bufete Álvarez y Asociados), no por ACS. 
    Si patrocinar a ciudadanos pro bono, contra actos que se estiman inconstitucionales, como el cambio de nombre de la Avenida Reforma por Avenida Letty Coppel, o los amparos por los daños ambientales causados por la construcción de la Avenida Bahía o los amparos por violaciones a las leyes que regulan el desarrollo urbano, nos convierte en “defensores” de Mazatlán, pues entonces sí, somos defensores de Mazatlán, ya que por lo visto nadie más lo defiende.
    Nuestro despacho es una empresa de servicios legales y obviamente cobra honorarios a sus clientes, pero también patrocina casos pro bono, por simple responsabilidad social y porque, aunque usted no lo crea, resulta que ningún otro despacho o abogado local lo hace. 
    Decía Dale Carnegie que “nadie patea a un perro muerto” y por lo visto tenía razón. Solo te atacan cuando triunfas, porque si fueras un fracasado (un perro muerto), nadie se molestaría en atacarte.
     

    Ojalá hubiera más “defensores” de Mazatlán como nosotros, que prestaran sus servicios legales gratuitamente. Cómo cambiarían las cosas si personas sin recursos económicos suficientes pudieran tener acceso gratuito a abogados competentes ¿No cree usted? 

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!