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"Opinión"

"Lo que significa ser madre"

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28/04/2017

    Jorge del Rincón Bernal

    Hola mis amigos lectores, compañeros, profesionistas, partidistas, casados o solteros. En esta ocasión decidí escribirles sobre el ser mas sagrado que tenemos, nuestras madres. La mayoría tenemos o tuvimos una y casi todos celebramos su día. No cabe duda, que yo tuve la mejor madre, Cristina Bernal de Del Rincón, quien ha sido la mujer a quien más he querido y admirado, dado que fue una mujer humilde, ocurrente y cariñosa con su familia.
    El significado de una madre es muy extenso, y me quedaría corto si quisiera describirlo, pero voy a tratar de resumirlo en las siguientes palabras tomadas de un artículo de Internet que todo lo sabe, pero no más que las madres.
    Ser madre no significa solo cambiar pañales, calentar biberones o pelearte con los purés. Ese solo es el comienzo, ese solo es el momento en el que una madre se da cuenta de que es capaz de hacer cualquier cosa por un mundo al que ha dado la vida. Ese mundo es ese hijo en el que hay millones de ilusiones.
    Ser madre significa cambiar tu vida, tu tiempo y tu forma de pensar por tus hijos. Significa dar todo tu corazón y entregar tus fuerzas cada día para sacar a tus hijos adelante y enseñarles a vivir.
    Significa tener una razón de ser para el resto de tu vida. Querer aprovechar y exprimir cada momento al máximo. Tener sentimientos encontrados al ver cómo tus hijos crecen, sintiendo dicha y nostalgia cuando avanzan dando pasos de gigante por la vida.
    Si hay un amor que podamos llamar verdadero es el amor sincero de una madre, un amor que a su vez es para siempre. En realidad, ser madre implica seguir los pasos de unos pequeños maestros, los hijos, hasta que se hacen grandes; pues con solo existir y sin saberlo los hijos le enseñan a amar de manera incondicional.
    Ser madre significa nunca más estar sola en el pensamiento, pues una madre siempre piensa doble: por sus hijos y por ella. Una madre se siente tremendamente afortunada porque sabe que sus hijos son el mayor tesoro que Dios le ha podido dar.
    La maternidad no significa sonreír siempre, sino también llorar a mares. Requiere muchas noches de insomnio fundiendo a la almohada en un ahogante abrazo. Significa un sin fin de preocupaciones; horas de correr tras sus hijos; días, meses y años inventando cientos de maneras para camuflar las verduras y el pescado, aguantar peleas y tolerar con toda la paciencia del mundo la infinidad de sinsentidos que tiene la vida.
    A una madre le duele mas que a nadie decir “No” a sus hijos, retarles, medir sus fuerzas, verles caer, abandonar sus sueños o desaprovechar sus capacidades. Pero conoce la importancia de los límites y pretende que sus hijos los aprendan.
    Una madre no puede vivir por sus hijos pero sí procura compartir lo máximo con ellos. Por eso, una madre intenta cada día coser unas alas enormes y ligeras que permitan a sus hijos volar muy alto.
    Una madre quiere que a sus hijos les vaya todo bien en la vida, pero también quiere que haya tormentas y aprendan a navegar en alta mar. Sabe que sus hijos tienen que enfrentarse a sus demonios, liberarse de las cargas y tropezar mil veces con la misma piedra. Ven mejor que nadie los defectos de sus hijos pero, sin embargo, los aceptan y nunca los esconden. Saben si sus hijos no están bien con solo mirarlos, puesto que las madres son las más expertas detectoras de emociones.
    También viven en sus culpas con el mayor terror conocido, pues sentirse culpable y responsable de los problemas de la persona a la que más amas en este mundo es tremendamente doloroso. Por eso una madre carga sobre su espalda demasiado equipaje. Quizás esto es un acto heroico pero sobre todo generoso.
    Probablemente sacrificar sus metas, sus aspiraciones o su vida por sus hijos no hace de una madre un ser valiente, pero sí la persona más tenaz y generosa del mundo.
    Las noches en las que sus hijos despiertan con fiebre, enfrentarse al mundo y superar todos los miedos, sacar a sus hijos adelante y protegerlos ante todo, eso es lo que hace a las madres el mejor ejemplo de valentía y amor.
    Porque las madres son las personas más fuertes del mundo, pues su debilidad es su punto fuerte, y éste siempre será el amor hacia los que cada día encienden su corazón y sus ganas de vivir.
     
    A continuación les dejo una frase que hace referencia al tema de la Madre Teresa de Calcuta:
    “Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo.
    Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño.
    Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida.
    Sin embargo... en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño,
    Perdurará siempre la huella del camino enseñado”.
     
    Amables lectores, como las palabras no lo dicen todo, el día 10 de mayo, día de nuestras madres, hay que celebrarlo estilo sinaloense: con la tambora, camarones a la Diabla, menudo, chilorio, enchiladas del suelo, tamales y frijoles puercos. Y para cerrar con broche de oro, un rica capirotada. La bebida se las dejo a su gusto.
     

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