El autor es académico ExaTec y asesor de negocios internacionales radicado en China
A nadie le gusta que le echen a perder un viaje y mucho menos tener un problema grave en un país extraño. Esto es precisamente lo que le acaba de pasar al Subsecretario de Inversión y Fomento Industrial del Estado de Nuevo León, Samuel Peña, en una gira de trabajo en China. En mitad de una cena con los directivos de Holley Group, una empresa china con inversiones en Nuevo León, el Sr. Peña se tuvo que disculpar y retirarse con una molestia en el vientre, que pensó sería efecto de algún platillo al que no estaba acostumbrado. A medianoche, me habló a mi habitación para decirme que el dolor era importante, así que fuimos al hospital, en donde le diagnosticaron una apendicitis que debía ser operada de inmediato.
¿Qué haría usted, estimado lector? ¿Sería su primera reacción el buscar algún vuelo de regreso a México para poder operarse en un lugar que conoce? Probablemente sí. Y más porque no tiene usted idea de “qué le pueda pasar en China.” Pues por más que esa fuera la primera reacción, esa no era opción en este caso: había que intervenirlo en horas.
El Sr. Peña, entendiblemente estaba escéptico y preocupado, pero el doctor de la clínica nos hizo trasladarnos al mejor hospital de la provincia, a donde llegamos cerca de las 3 de la mañana. Ahí tuvimos que pasar por la obligada burocracia de registro, complicada por el hecho de ser extranjero, pero en cuanto dieron las 7 de la mañana y finalmente me pude comunicar con nuestros conocidos, las cosas mejoraron.
De distritos bastante lejanos llegaron representantes del gobierno local y de la empresa china que ya he mencionado. En unos momentos, fuimos asignados a un cuarto. La cirugía se realizó tan pronto como el quirófano estuvo disponible y empezamos a recibir todo el apoyo imaginable. Los directivos de la empresa pagaron las cuentas mientras la aseguradora podía reaccionar, además de asignar a una enfermera especial y a traductoras al español durante toda la semana de convalecencia. El Consulado de México en Shanghai se ocupó de arreglar asuntos con hoteles y equipaje pendientes en otra ciudad, mientras que recibimos visitas diarias de los oficiales locales del gobierno y de las empresas con las que se están entablando acercamientos para relaciones comerciales. Al cuarto día hasta tuvimos una reunión de negocios que había quedado pendiente con el representante del Instituto de Planeación y Desarrollo.
De estar extremadamente preocupado ante un problema tan grave en un lugar desconocido, pasó a estar tan impresionado con el servicio y el apoyo recibido, que concluyó que de hecho fue una suerte que el problema le hubiese pasado en China. Hoy es el último día en el hospital y mañana regresa a México. El. Sr. Peña se dio cuenta de las personas en las que puede confiar y probablemente tendrá muchas historias qué contar y mucho qué recomendar de las estrechas relaciones que se pueden hacer en China, un lugar que no está tan lejos de nosotros como podríamos pensar.
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