"Los Clouthier (Parte 1)"

Mucho se ha dicho sobre mi familia los Clouthier por nuestra participación política en el proceso electoral 2018. He decidido publicar este artículo con fines de precisar algunas cosas.

 

Manuel Jesús Clouthier del Rincón (Maquío) nace el 13 de junio de 1934 en Culiacán, Sinaloa. Como empresario fue un próspero agricultor y agroindustrial.

 

En su paso por la universidad fue presidente de la sociedad de alumnos del Tec de Monterrey, luego a su regreso a su natal Culiacán, fue presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, de la Unión Nacional de Productores de Hortalizas, de la Coparmex a nivel nacional (1978-1980) y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en el periodo 1981-1983.

 

En los 70’s encabezó la lucha por la defensa de la tierra junto con otros agricultores de los valles de Sinaloa y el sur de Sonora, contra las invasiones y expropiaciones promovidas por el Gobierno de Luis Echeverría. Vale aclarar que a Maquío no se le expropió tierra.

 

En 1982 después de la nacionalización de la banca el 1 de septiembre de ese año, impulsó, sin ser accionista de bancos, el movimiento “México en la libertad” contra el autoritarismo, el intervencionismo y la “estatización” de la economía, y la falta de democracia y la división de poderes.

 

En 1983 fue testigo del gran fraude electoral contra su tío Jorge del Rincón en Culiacán, y convencido de que el problema de México es político y no económico, en 1984, después de haber leído los principios de la doctrina de cada partido político decide afiliarse al PAN por ser este con el que encontró afinidad ideológica. 

 

En 1986 fue candidato a la Gubernatura de Sinaloa y se enfrenta al sistema político constituido por el PRI-Gobierno. Ese año se realizaron al menos tres escandalosos fraudes electorales, el de Durango contra el Negro Elizondo, el famoso “fraude patriótico” de Chihuahua contra Pancho Barrio y el de Sinaloa contra Maquío. Todos estos hechos ratificaron su idea de que el problema de México era político. 

 

Maquío se había formado en la doctrina social de la iglesia católica y creía que la riqueza tiene su hipoteca social. Creía en la democracia, en la economía social del mercado, en el respeto a la dignidad de la persona, en la solidaridad y en la subsidiariedad. 

 

Era un animal político, un hombre bragado y de convicciones. Procreó junto con mi madre, Leticia Carrillo, 11 hijos a los cuales les dio un gran ejemplo de lucha y de dignidad (seis mujeres y cinco varones) y decía que “el hombre que se precia de serlo, no actúa por interés, no lo hace por miedo, ni siquiera por amistad o por amor, siempre lo hace por convicción”. 

 

En noviembre de 1987 fue electo en la convención del PAN por las 2/3 partes de los votos de los delegados y fue candidato del PAN en la elección de 1988 donde contendió contra Cuauhtémoc Cárdenas del FDN, Carlos Salinas de Gortari del PRI. Esta elección pasó a la historia por ser de las más competidas y por el descarado fraude electoral que dio el “triunfo” a Salinas. 

 

Al tomar posesión Carlos Salinas se efectuaron elecciones en Jalisco y otros estados realizándose nuevamente fraude electoral (ADN priista) por lo que Maquío emprende una huelga de hambre frente al Ángel de la Independencia como acción de resistencia civil. El objetivo era cambiar las leyes para que no volviera a haber fraudes electorales en México. 

 

No vale la pena vivir, por lo que no se está dispuesto a morir, sentenció, al tiempo que dijo: “sabíamos que más de 60 años de atracos electorales no se habrían de corregir de un día para otro”. Así duró ocho días de ayuno, hasta arrancar el compromiso al Gobierno de una reforma electoral federal.

 

Maquío fue víctima de la represión en su persona, sus negocios y su familia por enfrentarse al sistema autoritario y corrupto que gobernaba México.

 

Enrique Krauze escribió de manera póstuma sobre Manuel J. Clouthier, “creía en el martirio... Manuel arriesgó bienes, amigos, seguridad familiar y varias veces la vida”, el hombre apacible en la tienda de campaña no bromeaba con su huelga de hambre. 

 

Maquío arriesgó todo, incluso dio su vida por la democratización de México. Murió, algunos creemos que lo mataron, el 1 de octubre de 1989.

 

@ClouthierManuel