"Los datos ignorados"

Han pasado ya dos meses del Gobierno de Quirino Ordaz Coppel y Sinaloa sigue siendo el mismo, o peor. La violencia sigue dejando sangre derramada a lo largo del estado y las víctimas, siguen aumentando.

 

¿Cuánto tiempo requerirá el Gobernador para dar una respuesta a la demanda de seguridad en Sinaloa? El Mandatario, en sus respuestas a los hechos violentos de la entidad, apela a la paciencia de los ciudadanos para que resistan y esperen resultados en sus estrategias.

 

Y en la espera de ese tiempo, los muertos que deja la delincuencia organizada siguen incrementándose.

 

En los primeros dos meses del año, en Sinaloa se ha registrado, en promedio, cuatro muertos por día. Debiera ser una cantidad que escandalizara y que obligara a los diferentes niveles de Gobierno a reaccionar para restablecer la paz en la entidad.

 

Pero hasta ahora, no ha quedado claro cuál es la estrategia que buscan en el Gobierno de Sinaloa y en los mandos policíacos y militares para devolver al Estado la seguridad que se ha perdido desde hace muchos años.

 

La paciencia es lo único que solicitan, pero los resultados no han sido los mejores. 

 

Salvo 2011, en el que todavía Sinaloa tenía las secuelas de la lucha frontal del Gobierno con los grupos criminales y la pelea de estos entre ellos, en los años recientes no se ha tenido un inicio de año más violento que el que se está viviendo actualmente.

 

¿Se necesita un Gobierno más cercano a la gente? Por supuesto, siempre es bueno que la autoridad se acerque y conviva con quienes gobierna. Pero no basta cuando el ambiente que prevalece es el de la incertidumbre frente a la violencia. Y no basta cuando lo que se requiere es la certeza de una seguridad que aún no llega a Sinaloa.

 

Quirino Ordaz Coppel tiene un reto que cumplir y que ha estado postergando: el de restablecer en Sinaloa el orden, la paz y la tranquilidad. Hasta ahora, no lo ha hecho y no ha mostrado cómo.

 

Es válido pedir paciencia a los ciudadanos para esperar resultados en materia de seguridad. Pero también, Quirino Ordaz Coppel deberá ser paciente frente a los reclamos por una realidad que muestra que su estrategia aún no da los resultados esperados. Porque los datos, aunque ignorados, es lo que muestran hasta ahora.