A quienes empiezan ya a “mirar feo” por rumbos del PAN estatal es a los militantes que se la están “jugando” con Margarita Zavala.
Y es que, cuentan, el “cierre de filas” con Ricardo Anaya es más de cúpulas, que de bases.
El albiazul va que vuela, de nuevo, “partido” a los comicios de 2018, lo cual trae inquietos a sus dirigentes.
Si bien, el PAN sigue con un relativo posicionamiento como partido, llaman la atención dos datos en la actual coyuntura.
El primero, arrojado por una encuesta local, donde Margarita Zavala aparece por encima de Ricardo Anaya, cuando se pregunta por opciones a la Presidencia.
El segundo, la nada despreciable suma de 12 mil firmas acopiadas para Margarita hasta el 19 de diciembre, lo cual perfila a la entidad como una de las próximas en ser “ganadas” por ella, para completar las 17 de 32 que requiere, para cumplir los requisitos de ley.
Quizá a ello se deba la cara de “vete de aquí” a los zavalistas, que no han renunciado al partido, porque “panistas nacieron y panistas seguirán”.
Nos cuentan, por ejemplo, que desde la dirigencia se dio la orden fulminante de prohibir ingresar al estacionamiento carros con calcas en apoyo a la hasta hace semanas más fuerte prospecto panista a la candidatura presidencial.
Falta de respeto
Como se recordará, el principal grupo que definió su respaldo a Zavala fue el llamado de la “vieja guardia”, que encabeza Rafael Morgan Ríos, uno de los fundadores del albiazul en Sinaloa.
Pues el pasado lunes a su esposa, Alicia de Morgan, le mandaron decir que si quería entrar al partido, a donde acude todos los lunes a conferencias y capacitaciones, deberán estacionar su carro en las calles aledañas.
Ese incidente originó que en la posada albizul para festejar la unidad, paz y cordialidad, no faltaran los reclamos.
Las de la “vieja guardia”, todas señoras que se plantaban en mítines para defender el voto en los peores días del autoritarismo priista, les recordaron a los de “nuevo cuño” que fueron ellas las que organizaron actividades para comprar el edificio sede del PAN, y hasta para adquirir puertas, mesas, sillas y ventanas.
Por cierto tan divididos andan los “anayistas” que ni para organizar una posada se pusieron de acuerdo.
Unos festejaron en el estacionamiento del partido, otros en un salón de hotel y unos más en el edificio del PAN Culiacán.
Al banquillo
El Poder Judicial en Sinaloa tendrá de nuevo a ex funcionarios de la administración anterior, acusados de manera indebida el servicio público y realizar un desempeño irregular de la función pública, desfilando en el Centro de Justicia Penal.
Ayer fue el turno para María Alejandra Gil Álvarez, la ex directora administrativa de los Servicios de Salud en Sinaloa, acusada en un paquete de incluye al ex Secretario de Salud, Ernesto Echeverría Aispuro, y el ex director de Atención Médica, Jaime Otáñez García.
En el caso de Salud, el tema ha sido más calladito.
A diferencia de Echeverría Aispuro, ni Otáñez García ni Gil Álvarez rindieron declaración.
Como en el caso de Turismo, que tanto Rafael Lizárraga Favela, el ex Secretario; Luis Ángel Pineda, ex secretario técnico, y José Luis Martínez Romero, ex jefe del área administrativa de la misma dependencia, no aguantaron las ganas de señalarle a la prensa que eran inocentes.
Hoy, la audiencia inicial se retomará, a ver si después del resultado la ex funcionaria se anima a dar una declaración.
Pasándose de ‘listillo’
Ayer Juan Eulogio Guerra Liera, Rector de la Universidad Autónoma, en el banquete que ofreció a los diputados y al Gobernador Quirino Ordaz Coppel por haber apoyado a la UAS con los recursos que solicitó, Guerra Liera se quiso pasar de “listillo”.
El Rector afirma que el 90 por ciento de la información que exige la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del estado de Sinaloa ya está a total disposición de los ciudadanos, sin embargo, a la hora de ingresar al Sistema de Portales de Obligaciones de Transparencia vemos que en realidad no le han movido mucho desde la última evaluación de la Comisión Estatal para el Acceso a la Información Pública, donde calificó al organismo autónomo como el segundo más opaco de Sinaloa, solo con un 33.76 por ciento de su información considerada útil.
Pero la duda aquí es que vemos que la Universidad en el Sipot está igualito que el 11 de septiembre, cuando la presidente de la Ceaip, Rosy Lizárraga Félix, dijo que la Universidad está igual; que no han alimentado los datos de las cifras que gasta el Rector en sus viajes, ni los patrimonios de los jerarcas de la Universidad.
Que el Rector no quiera pasarse de listo y que mejor se ponga vivo, para que después del primer día hábil de enero no le caigan las multas de la Ceaip.
