"Mazatlán en la mira de Morena. ¿Logrará la cuarta alternancia?"

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Mazatlán atrae la observación electoral a manera de prototipo a seguir en Sinaloa para que la transición en el poder de una sigla a otra se convierta en parámetro que mida el avance o atraso democrático. Al irrumpir con fuerza en los comicios el Movimiento Regeneración Nacional la pregunta es si la corriente que  encabeza Andrés Manuel López Obrador se convertirá en la cuarta alternancia. 

Tierra apta para el libre albedrío político, los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y del Trabajo han ocupado la Alcaldía y los balances han sido en la misma proporción de la incertidumbre intrínseca en el experimento en sí. La larga estadía del PRI en la Presidencia Municipal, durante siete décadas hasta que el panista Humberto Rice interrumpió en 1990  la larga noche tricolor, hace interesante el momento actual. 

Con Rice precisamente ocurrió la primera alternancia y después Mazatlán fue calando a panistas y priistas en un extraordinario ejercicio que denota madurez cívica al votar la población no tanto por los partidos sino por las personas. Entreverando a Martín Gavica, Alejandro Camacho, Alejandro Higuera, Jorge Abel López Sánchez, Carlos Felton y Fernando Pucheta se construyó un modelo de cambio verdadero que perdura en cuatro décadas. 

La segunda transición la logró Jorge Rodríguez Pasos en 2002 al llegar al despacho principal de Palacio Municipal empujado por el Partido del Trabajo. Su breve estancia de menos de un año en el poder dio origen a dos Ediles sustitutos, siendo Gerardo Roste, el eterno dirigente del PT en Sinaloa, el primer relevo. 

Hay una cuarta mutación política que se forzó en la intriga parlamentaria por un PRI que quiso recuperar con un albazo legislativo aquello que no logró en las urnas. Con la orden del entonces  Gobernador Juan Millán el Congreso del Estado avaló que Ricardo Ramírez González recuperara no para el priismo sino para el millanato la anhelada Alcaldía de Mazatlán. 

Ahora, el 1 de julio próximo, el movimiento lopezobradorista cree que le será posible instalar la cuarta alternancia, desplazando con su candidato Luis Guillermo Benítez Torres a las ambiciones reeleccionistas de Alejandro Higuera (PAN) y Fernando Pucheta (PRI).  Es un proyecto de alta prioridad para el candidato presidencial de la coalición “Juntos Haremos Historia”. 

Y es tan crucial Mazatlán para López Obrador que en los próximos días enviará a la artillería pesada de la campaña a respaldar al químico Benítez, en refuerzo al empujón que le vino a dar Tatiana Clouthier en el inicio de campaña. Este jueves 24 de mayo llegará Eduardo Ortiz, posible Secretario de Pesca en caso de que AMLO gane la elección presidencial. Se reunirá con líderes del sector.

El mismo día por la tarde  estará en Mazatlán Víctor Villalobos a quien se le menciona como Secretario de Agricultura en el virtual Gabinete pejista, mientras que el prospecto a Secretario de Turismo, Miguel Torruco, alista maletas para sostener una reunión con los empresarios del ramo, consultando para lo que sería el plan de gobierno de López Obrador.

Se trata de cálculos políticos plantados en el terreno marismeño, fértil para la alternancia, aunque sí resulta pronosticable que la pelea por la Alcaldía ya no será cosa entre dos como ha ocurrido en elecciones recientes al disputarla el PRI y el PAN. Con Luis Guillermo Benítez, a quien se espera lo bañe la ola triunfalista de López Obrador, no es descabellado prever la concreción de la llamada cuarta alternancia. 

Re-verso 

Si el Mazatlán insurrecto,

El voto le da a Morena,

El PRI y PAN, en directo,

Se irán juntos a la verbena.

Voto colateral 

¿Por qué el respaldo de Morena no es el mismo para Jesús Estrada Ferreiro, candidato a Alcalde de Culiacán? La respuesta es sencilla: porque los estudios de anticipación al comportamiento del sufragio están configurando un escenario de voto cruzado donde los amloístas apoyen a los candidatos al Senado y en el caso de Presidente Municipal decidan ir con el priista Jesús Valdés.