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"DESDE EL ICAMI"

"Multidisciplinarios"

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15/04/2018

    Luis Alfredo Santana

    Uno de los retos que enfrentan hoy las empresas es contar con directivos que se sepan mover a lo largo y a lo ancho de la organización, en palabras de Carlos Llano, que sean capaces de entenderse tanto con las personas como con los números, que tengan la habilidad del político como la precisión del ingeniero. Es una propuesta interesante, porque en la vida real los temas de los que se trata en el día a día son por decir lo menos, complejos, con un alto grado de incertidumbre.
    La experiencia nos dice que las capacidades técnicas, los conocimientos específicos de la actividad, nos sirven para llegar a los puestos directivos, pero ahí el tema es otro porque se trata de personas, no de herramientas. Diríamos que se necesita que domine varias disciplinas, no sólo las propias de su puesto, sino que sean capaces de entender todo el entorno.
    Vale la pena decir que el sistema educativo camina en sentido contrario donde se preparan especialistas. Robert A. Heinlein, escritor estadounidense dice que “la especialización es para los insectos, no para las personas”.
    Dominar, entender de varias disciplinas se le llama Polimatía, que hace referencia a la condición de una persona que tiene conocimientos de varias ramas del saber. En el terreno directivo está claro que un gerente no sólo entiende de la actividad de su sección sino que sabe, o debe saber, de temas financieros, económicos, laborales, políticos, sociales, familiares, etc.
    La polimatía va en contra de la especialización que ha permeado en muchos campos, por ejemplo en la medicina muchos de nosotros fuimos atendidos por un médico general que se hacía cargo de la salud de la familia, desde el recién nacido hasta la abuelita. El tema se ha vuelto complicado en afán de atender mejor al paciente y en más de un caso se tiene que integrar un consejo de médicos para tener un diagnóstico completo. Tal vez el médico general no tenía mucha profundidad pero sí una anchura en su experiencia y eso le permitía un diagnóstico acertado y oportuno.
    En un célebre discurso de Steve Jobs en Stanford mencionó que gracias al taller de caligrafía y serigrafía que había tomado en lugar de las materias que establecía la universidad había podido diseñar los tipos de letras que tienen hoy las computadoras como opción, planteando la idea de que no solo tenemos que saber de un solo tema, debemos tener apertura a disciplinas aparentemente no relacionadas.
    “Hay un momento en que los puntos se conectan” dice Jobs y que bien podemos relacionar con la polimatía que venimos comentando.
    Se dice que “el que mucho abarca, poco aprieta” y ese enfoque quizá limita el abrirse a otros campos que no tiene una relación directa. Si llevamos el tema a la integración de los equipos de trabajo es posible encontrar ventajas al incorporar miembros que no tengan el mismo perfil de los otros, eso evitaría el efecto “cámara de ecos” en el que solo se intercambian puntos de vista con el mismo enfoque. Es verdad que puede haber choque de ideas y eso es bueno porque se estimula la creatividad.
    Vale la pena que tan polímatas somos, es un examen relativamente sencillo, basta ver de qué conversamos, qué leemos, cuáles son nuestros temas recurrentes, qué tan amplias son nuestras relaciones sociales. Seguro que tendremos mucha información que nos ayudará a crecer en temas y habilidades.
    Director de ICAMI, Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo, Región Noroeste
    alfredo.santana@icami.mx / @luisalfredo

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