"Olvido, la apuesta"

¿Cuántos recordatorios necesitarán las autoridades para que no se les olvide que hay crímenes por resolver? ¿Cuántas señales hay que enviarles para que el reclamo de justicia encuentre eco? ¿Cuántos reclamos hay que volver a repetir, para que el castigo llegue?

 

El olvido parece ser la apuesta de los responsables de que los delitos que se cometen sean castigados.

 

El silencio es lo que esperan los encargados de buscar a los responsables que han cometido algún delito.

 

La resignación, es lo que no quieren las víctimas de la violencia que se registra en entidades como en Sinaloa, donde los crímenes que se cometen siguen generando deudas por saldar.

 

El último estudio de la Universidad de las Américas Puebla, a través del Centro de Estudios sobre Impunidad y Justicia, ubica a Sinaloa como una de las entidades con un nivel de impunidad alta.

 

¿De dónde surge esta medición? Lo que se detecta en Sinaloa son deficiencias a nivel estructural, relacionadas principalmente con el presupuesto que se le asigna a la Fiscalía General de Sinaloa o a las agencias del ministerio público.

 

En el Índice de Impunidad, destacan que en Sinaloa cuentan con poco personal, policías “judiciales”, por los delitos que se registran.

 

Aunque Sinaloa no tiene “problemas” con el número de jueces, con relación al número de habitantes, sí lo presenta, por ejemplo, respecto al número de encarcelados por los homicidios que se cometen.

 

En Sinaloa, la cadena de impunidad se refleja en el número de averiguaciones previas iniciadas respecto a los casos registrados con sentencia condenatoria. De más de 28 mil casos, solo se castiga a 4 mil 295, de acuerdo al estudio.

 

Bajo este escenario, en Sinaloa es momento de insistir en que la población, y sobre todo los deudos, esperan justicia para los casos en los que han sido ofendidos. La autoridad espera el olvido, el silencio o la resignación. Los ofendidos, solo justicia.