"Pan y circo"

Editorial

Los contrastes están a la orden del día. Cohabitan en una misma realidad.

Pero cuando el Gobierno interviene de alguna manera, la injusticia duele más.

Ante la pobreza y dificultades en la que viven miles de personas no podemos dejar de preguntarnos si es justo que el Gobierno de Sinaloa gaste mensualmente en espectáculos de artistas con tarifas nada baratas.

Caifanes, la Banda MS, Luis Fonsi y, probablemente, Timbiriche, conforman la cartelera de lo que llaman Festival Primavera Puro Sinaloa y consiste en espectáculos de alta calidad gratuitos para el público.

Sin duda que para las personas que han abarrotado la explanada del Palacio de Gobierno habrá sido una experiencia importante, pues escuchar en vivo al artista de preferencia resulta emocionante o hasta excitante.

Pero ante casos como el de la señora Marisela, quien desde hace 23 años se encuentra postrada en cama, sin poder moverse y, pero, sin un diagnóstico médico que le explique porqué, nos resulta complicado no cuestionar ese gasto.   

Ante la crisis que reventó recientemente en el Hospital Pediátrico hace que nos preguntemos dónde están las prioridades de Quirino Ordaz Coppel para ejercer el gasto, aun cuando por fin intervino para rescatar la institución.

Frente a los escasos recursos con los que se cuentan para atender la otra crisis, la de los desaparecidos de Sinaloa y su búsqueda, palidece, creemos, el gasto de Fonsi, aunque cante Despacito desde Culiacán.

En el gasto público es donde se conocen las prioridades de un gobierno. En Sinaloa hay demasiadas necesidades sociales sin recursos suficientes para atenderlas. Por el contrario, el Gobierno de Sinaloa prefiere el pan y circo para distraer, en lugar de resolver.