"¿Para que sirve el horario de verano? Para que bajes la panza"

De acuerdo con la comunidad internacional de astrofísicos, el Big Bang creó tanto el tiempo como el espacio hace aproximadamente 14 billones de años. Desde entonces, el tiempo transcurre incesablemente, y desde el inicio de nuestra historia, los humanos hemos intentado manipular este proceso.

 

Albert Einstein predijo que manipular el tiempo es posible si viajamos a la velocidad de la luz; desafortunadamente, para la mayoría de nosotros resulta imposible alcanzar esa velocidad. En lugar de eso, debemos conformarnos con velocidades no relativistas, lo que significa que debemos aceptar que el tiempo es universal y constante.

 

A pesar de esto, no somos completos esclavos del tiempo (a menos que seas un Godínez) y hemos llegado a diseñar maneras para “manipular” el tiempo a nuestro favor. El horario de verano es un periodo durante el cual los relojes se adelantan una hora, con el fin de tener más horas de luz solar.

 

Benjamin Franklin, el amigo de los billetes de 100 dólares, fue el primero en concebir este concepto en 1784. Durante un viaje a Francia, despertó a las 6:00 am y se percató de que los parisinos aún seguían dormidos, manteniendo la luz del sol bloqueada con sus cortinas. Los nativos de París dormían a pesar de que el sol ya había salido; y durante la noche, utilizaban muchas velas para erradicar la oscuridad de la noche. Franklin se preguntó si el ajustar el horario podría ser ventajoso para aprovechar los largos días de verano (y consumir menos velas).

 

Cabe mencionar, que Franklin no supo cómo implementar este concepto. Su idea no fue adelantar una hora al reloj, sino despertar a la gente con el sonido de unos cañonazos (como el típico domingo culiacanense).

 

Actualmente, mucha gente no le toma la importancia debida al horario de verano por que no es una parte integral de su rutina anual. Además, tampoco les agrada la idea de dormir una hora menos durante el día en el cual se realiza el cambio de horario.

 

Los promotores del horario de verano postulan que el ahorro de energía es la principal razón para mover el reloj durante el verano.

 

Según las estadísticas, el 25 por ciento de toda la electricidad es empleada para encender focos y electrodomésticos pequeños, el tener más horas con luz solar durante la mitad del año reduce la cantidad de electricidad consumida.

 

Un estudio realizado a inicios de los 70s determinó que tanta energía se ahorraba con este esquema. El estudio, publicado en 1975, mostró que el horario de verano disminuía el consumo de energía en 1 por ciento del total.

 

Posteriormente, en el Siglo 21, se realizó un estudio más detallado y representativo. Este estudio reportó que el ahorro de energía es -3 por ciento.

 

Un estudio más reciente, realizado en la Universidad de California en el 2006, publicó que el gasto energético aumentó un 1 por ciento con el horario de verano.

 

Los estudios realizados para determinar el costo/beneficio energético del horario de verano son contradictorios en muchos casos y dependen de la sociedad en la cual se realizan. Lamentablemente, en Sinaloa no contamos con ningún estudio, así que no podemos saber si realmente ahorramos luz o no.

 

A pesar de que ahorrar energía es imprescindible, hay otro dato aún más importante. El horario de verano sirve como incentivo para que la gente pase más tiempo fuera de su casa y/o trabajo. Si hay más horas con luz solar, es más probable que levantes tu postrero del sillón y salgas de tu casa para irte a la clase de zumba en el parque.

 

Las gracias del horario de verano van más allá de la conservación de energía. Existen otros beneficios tales como la reducción de accidentes de tráfico durante la “hora pico”, la disminución del crimen al limitar la exposición de una persona a los criminales que pululan durante la noche, entre otras.

 

A pesar de estos beneficios, el horario de verano no es para todos. Este cambio de horario puede alterar el ritmo circadiano en personas susceptibles. 

 

El ritmo circadiano es aquel que sincroniza todas las funciones corporales. “Circadiano” proviene del latín “circa diem” (alrededor de 1 día). Durante los 1.6 billones de años que nos ha tomado evolucionar como especie humana, nuestro ritmo circadiano ha utilizado el Sol como el principal sincronizador. 

 

Las personas con trastornos del sueño pueden sufrir un desarreglo aún mayor en su ritmo circadiano. Esto lleva a una disminución en la productividad, calidad de vida y salud.

 

A final de cuentas, no importa si estás de acuerdo o no con el horario de verano, lo que corresponde es sacarle provecho a la situación.

 

alberto.kousuke@uas.edu.mx 

 

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El autor es especialista en Neurofisiología y Medicina del Sueño. Tiene doctorado en Neurociencias y posdoctorado en Neuroinmunología. Es editor en Frontiers in Neurology y miembro Sleep Research Society y American Academy of Sleep Medicine.